El gobierno colombiano radicó un nuevo proyecto de reforma tributaria, la cual busca recaudar 26,3 billones de pesos para financiar el Presupuesto General de la Nación de 2026 y abordar el déficit fiscal.
El ministro de Hacienda, Germán Ávila, defendió la propuesta como una medida para garantizar la estabilidad económica del país a mediano plazo, buscando un sistema tributario más progresivo. Sin embargo, el proyecto ya enfrenta un panorama adverso en el Congreso y ha generado fuertes críticas de diversos sectores.
El proyecto de ley de financiamiento incluye medidas que impactarían a varios sectores de la economía:
- Hidrocarburos y minería: se propone un impuesto especial del 1% a la extracción de petróleo y carbón. Además, la tarifa del impuesto al carbono aumentaría de $27.399 a $42.069 por tonelada de CO2, y se eliminarían las tarifas preferenciales de renta para las grandes empresas de estos sectores.
- Financiero: se contempla un aumento de la sobretasa del impuesto de renta para las instituciones financieras, pasando del 35% al 50%.
- Entretenimiento: los conciertos y eventos masivos con boletas superiores a 10 UVT ($470.650 en 2025) estarían gravados con un 19% de IVA. También se gravarían con IVA los juegos de suerte y azar por internet y las cirugías estéticas.
- Movilidad y transporte: se propone un IVA gradual para la gasolina y el ACPM, iniciando en 10% en 2026 y subiendo al 19% en 2027. Los vehículos híbridos también pasarían de tener un IVA del 5% al 19%, con el objetivo de desincentivar el uso de combustibles fósiles.
- Impuesto al patrimonio: se aplicaría una tarifa progresiva a partir de los 40.000 UVT ($1.883 millones), con tarifas que podrían llegar hasta el 5%.
Reacciones y críticas
La radicación de la reforma ha provocado un debate intenso y reacciones encontradas:
- Críticas desde el Congreso: el proyecto enfrenta un "ambiente adverso" en las comisiones económicas del Senado, lo que podría llevar a su archivo. Senadores de oposición han señalado que la propuesta es una "dictadura tributaria" que impone demasiadas cargas a los ciudadanos y empresas.
- Empresarios y gremios: hay un temor generalizado de que la reforma frene la inversión privada y acelere la fuga de capitales. Argumentan que el aumento de impuestos se trasladará a los precios finales, reduciendo el poder adquisitivo de los hogares y elevando la inflación.
- Gobierno: el ministro de Hacienda ha hecho un llamado a un debate "serio y responsable" con todos los actores sociales, políticos y económicos, en búsqueda de un "pacto fiscal" que garantice la estabilidad del país. El gobierno insiste en que la reforma es esencial para tapar el déficit del presupuesto de 2026, estimado en 26,3 billones de pesos, y financiar las metas sociales.
El futuro del proyecto es incierto. Con las elecciones a la vista y sin una coalición de gobierno sólida, el Ejecutivo enfrenta un desafío monumental para lograr la aprobación de esta, la que sería su última reforma tributaria.
No hay comentarios:
Publicar un comentario