Denuncias, videos y contacto para publicidad al WhatsApp 3195293166

viernes, 12 de septiembre de 2025

AGRICULTURA: EL CAMPO COMO MOTOR DE DESARROLLO PARA COLOMBIA Y EL HUILA.

A nivel mundial, la agricultura continúa siendo un eje crucial de la economía y del bienestar humano.


POR WILFRED TRUJILLO TRUJILLO

 Diputado Asamblea del Huila 

 

Desde sus orígenes, la agricultura ha sido mucho más que una actividad productiva. Es el sustento de la humanidad, el eje de la seguridad alimentaria y un pilar estratégico para el desarrollo económico y social de las naciones. En un mundo que enfrenta retos cada vez más complejos (cambio climático, presión demográfica, nuevas tecnologías y transición hacia modelos sostenibles) el papel del sector agropecuario se hace aún más evidente. Colombia, como país agrícola por excelencia, y el Huila, como territorio que ha hecho de la tierra su mayor riqueza, tienen ante sí una oportunidad inigualable de consolidar la agricultura como motor de desarrollo, competitividad y equidad.

 

A nivel mundial, la agricultura continúa siendo un eje crucial de la economía y del bienestar humano. Naciones como Brasil, Estados Unidos o la Unión Europea han invertido de manera decidida en innovación agrícola, modernización tecnológica y sostenibilidad, entendiendo que producir alimentos de manera eficiente y respetuosa con el ambiente es un asunto de seguridad estratégica. La FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura) estima que hacia 2050 la producción de alimentos deberá crecer en un 50% para responder a las necesidades de una población global en aumento. Esto implica desafíos de gran magnitud, pero también oportunidades para países con ventajas comparativas como Colombia.

 

En el plano nacional, las cifras confirman la importancia del agro. Según el Banco Mundial, en 2024 la agricultura, la silvicultura y la pesca representaron el 9,3% del PIB colombiano. Pero más allá del aporte al producto interno bruto, su papel es decisivo en el empleo y la cohesión social: el sector genera más de 4 millones de puestos de trabajo, lo que equivale aproximadamente al 14% de la población ocupada del país. Estas cifras lo posicionan como la segunda actividad económica con mayor generación de empleo, un dato que no solo evidencia su peso económico, sino también su rol en la reducción de la pobreza y la dinamización de las regiones.

 

En términos de crecimiento, el agro ha sido protagonista en momentos de desaceleración nacional. Reportes económicos de 2024 y 2025 muestran cómo el sector agrícola fue uno de los que más impulsó la economía, especialmente gracias al café y otros cultivos de exportación. Esto confirma que, aún en tiempos de incertidumbre, el campo colombiano sigue siendo un refugio de estabilidad y un motor de progreso.

 

Si bien Colombia es reconocida mundialmente por el café, otros sectores han venido ganando protagonismo. El cacao, por ejemplo, ha sido catalogado como uno de los productos con mayor potencial de crecimiento en los mercados internacionales por su calidad y sabor diferenciado. En el Huila, este cultivo ocupa aproximadamente 7.322 hectáreas, con una producción anual cercana a 4.547 toneladas de almendra. Aunque los rendimientos actuales se encuentran por debajo del potencial, esta situación representa una oportunidad: con programas de renovación, asistencia técnica y acceso a mercados, el cacao huilense podría consolidarse como referente de calidad en el mundo.

 

El café, por su parte, sigue siendo el emblema nacional y uno de los principales productos de exportación. En el Huila, este cultivo es no solo un motor económico, sino también un símbolo de identidad cultural: más de 145.000 hectáreas están dedicadas a la caficultura, lo que convierte al departamento en uno de los líderes nacionales en área y producción. La calidad del café huilense, reconocida en múltiples certámenes internacionales, es un activo estratégico para abrir mercados y fortalecer las economías locales.

 

La acuicultura, especialmente la producción de tilapia, se ha consolidado en los últimos años como un sector dinámico. En 2023, la producción acuícola nacional alcanzó cifras cercanas a las 192.000 toneladas, siendo la tilapia una de las especies más relevantes. El Huila, gracias a sus condiciones hídricas y climáticas, ha logrado posicionarse como líder en este sector, generando empleo, diversificando la economía y contribuyendo a la seguridad alimentaria.

 

Los datos muestran con claridad el peso de la agricultura en el departamento. Según evaluaciones agropecuarias, el Huila cuenta con una superficie sembrada cercana a 312.696 hectáreas. Sus principales cultivos son el café, el arroz, el plátano, el maíz y el fríjol, a los que se suman productos emergentes como el cacao. Esta diversidad agrícola refleja el potencial de un territorio que ha sabido aprovechar sus condiciones naturales, pero también plantea la necesidad de fortalecer la asistencia técnica, la infraestructura y la innovación para cerrar brechas de productividad.

 

El cacao, pese a sus rendimientos actuales, ha recibido un fuerte impulso con programas de apoyo de la Gobernación, que ha entregado plántulas y acompañamiento técnico para estimular la renovación de cultivos. El café, con su prestigio internacional, demanda inversión en valor agregado y estrategias de diferenciación para mantener su competitividad. Y la tilapia, como sector en expansión, requiere políticas que fortalezcan la cadena productiva, desde el alimento balanceado hasta la exportación.

 

En un escenario global marcado por la crisis climática, hablar de agricultura implica necesariamente hablar de sostenibilidad. El cambio climático representa una de las mayores amenazas para el campo colombiano: variaciones en el régimen de lluvias, incremento de plagas, degradación de suelos y fenómenos extremos ponen en riesgo la productividad y la seguridad alimentaria. Frente a ello, la apuesta debe ser clara: promover prácticas agrícolas sostenibles, desde la agroecología y los sistemas silvopastoriles hasta la acuicultura tecnificada y el uso eficiente del agua.

 

El Huila tiene aquí una ventaja y un desafío. Por un lado, cuenta con experiencias significativas en agricultura sostenible, como sistemas de producción limpia en café y proyectos de manejo de cuencas hídricas. Por otro, necesita avanzar en la masificación de estas prácticas, asegurando que los pequeños y medianos productores (quienes representan la mayoría del campo huilense) tengan acceso a capacitación, crédito verde y mercados diferenciados que reconozcan el valor de lo sostenible.

 

La agricultura es presente y futuro. Es empleo, es identidad y es competitividad. A nivel mundial, se proyecta como una de las actividades con mayor demanda y exigencia tecnológica. En Colombia, representa un pilar económico y social que debe fortalecerse con inversión, infraestructura y políticas públicas que reconozcan la dignidad de los campesinos. Y en el Huila, es el corazón mismo de la economía regional, con sectores estratégicos como el café, que se cultiva en más de 145.000 hectáreas y convierte al departamento en el mayor productor del país con cerca del 18% del total nacional; el cacao, con áreas en expansión que fortalecen su perfil exportador y han consolidado al Huila entre los diez principales productores del país; la tilapia, que en 2024 alcanzó una producción de 79.876 toneladas, consolidando al Huila como el primer productor piscícola de Colombia con una participación del 39%; y el arroz, cuyo cultivo aporta aproximadamente el 13,5% de la producción nacional de arroz mecanizado y se ha convertido en renglón clave para la seguridad alimentaria regional, todos con el potencial de llevar al departamento a nuevos escenarios de liderazgo nacional e internacional.

 

Sin embargo, para que esta visión se materialice se requieren decisiones firmes: mejorar la conectividad vial y digital en el campo, garantizar acceso a crédito y seguros agropecuarios, impulsar la asociatividad para que los pequeños productores logren economías de escala, y apostar de manera decidida por la investigación y la innovación. Solo así podremos hablar de una agricultura que no solo produce, sino que transforma vidas, reduce la pobreza y abre caminos de equidad.

 

El Huila, con su tierra fértil y su gente trabajadora, tiene todo para ser ejemplo de agricultura sostenible, competitiva y generadora de empleo. Convertir este potencial en realidad depende de la voluntad colectiva y del compromiso de todos los actores: Estado, productores, empresarios y sociedad civil. Hoy, más que nunca, debemos mirar al campo con la seriedad y el respeto que merece, entendiendo que en sus surcos se siembra el futuro de Colombia.

 

Sembrar hoy con responsabilidad es cosechar mañana desarrollo, equidad y bienestar. El Huila y Colombia tienen en el agro la llave de un futuro más fuerte y sostenible.

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Adbox