POR JULIO BAHAMON VANEGAS
La democracia amenazada. En
Medellín, el Dr. Mauricio Gaona advirtió algo que debería preocuparnos a todos
los colombianos: hoy existen 104 aspirantes a la Presidencia de la República,
en su mayoría “candidaticos” sin opción alguna.
Una multiplicación de nombres que demuestra más la ambición personal que
la responsabilidad de liderar un país al borde del abismo.
Pero este no es el dato más
grave, pues no se trata del número de aspirantes, que de por si es preocupante,
sino del escenario donde deberán competir. Según inteligencia militar, los
grupos armados ilegales, disidencias de las Farc, que están al mando de Alias
Mordisco, de alias Iván Márquez, el ELN, los grupos de alias Calarcá, el Clan
del Golfo, ya controlan el 80% del territorio nacional. En buen romance, mientras en las capitales,
en los noticieros se habla de elecciones, en vastas regiones de Colombia la
ciudadanía esta sometida al imperio de la ilegalidad por la amenaza de cerca de
22.000 hombres y mujeres armados con fusil en mano, que han limitado al máximo
las garantías mínimas para que el pueblo pueda expresar su voluntad política.
Paradójicamente, tenemos un
exceso de candidatos, pero un déficit de país para hacer campaña. La pregunta
inevitable es la siguiente: ¿al final tendremos territorio libre suficiente
para recorrer las plazas públicas, proponer programas, o simplemente ejercer la
democracia? Porque, si seguimos así, no serán las urnas las que definan el
rumbo de Colombia, sino los grupos armados quienes dicten, quién puede o no
puede entrar a una región. Lo vemos en el Cauca, también en mi departamento del
Huila, en donde ya hay áreas en las que no será posible ejercer libremente la
política: en el municipio de La Plata, por ejemplo, y en sus centros poblados
de Belén, Gallego y Villa Losada. Esos mismos grupos criminales también tienen
influencia en los municipios vecinos de Tesalia, Paicol, Nátaga y la Argentina.
Personalmente, me asalta una
sospecha legítima: ¿Esta situación es consecuencia de la improvisación y de la
debilidad del gobierno, o estamos frente a una estrategia calculada de la
Izquierda, que terminara siendo la única con espacio real para adelantar su
trabajo político electoral en esos territorios? Al fin y al cabo, mientras la
oposición se dispersa en más de 104 candidatos, la izquierda comunista avanza
cohesionada; vean como sin mucha dificultad, (lo ordeno Petro) ya purgaron el
número de aspirantes, quedando reducidos a solo tres: Iván Cepeda, Daniel
Quintero y Carolina Corcho. Mi partido, con cinco candidatos, desde hace más de
dos años no ha podido definir entre los cinco cuál debería ser. Es increíble, pues la gran mayoría de los 104 candidatos y “candidatos”, aparecen no con la
mira puesta en la presidencia, sino, para obtener un premio de consolación en
el congreso de la república, y eso no está bien. Si por el CD llueve, por los
demás partidos de la oposición no escampa.
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