No es cierto que Estados Unidos utilicen la descertificación para manipular países. La práctica de los americanos de “certificar”, o “descertificar”, a países en materia de drogas ha sido empleada tanto como instrumento técnico de evaluación, que es muy distinto, como herramienta política, que los lleva a condicionar ayudas económicas o cooperación militar con esas naciones.
Lo que el gobierno de Gustavo Petro no quiso entender, y que trato de minimizar, con el cuento de que su gobierno ha sido el que mayor decomiso de cocaína ha hecho en la historia, fue eludir a la vez, como durante su gobierno el hectareaje sembrado de plantas de coca, alcanzo cifras alarmantes nunca antes vistas, de más de 330.000 hectáreas, y adicionalmente, no realizó ninguna estrategia para erradicarla. Deben tener muy claro los defensores a ultranza del gobierno, es que más decomisos no necesariamente equivalen a éxitos, si la materia prima crece aún más rápido.
La desertificación evalúa, país por pais, su cumplimiento en la lucha contra las drogas. De esa evaluación se toman medidas de: reducciones de cooperación, restricciones financieras, o perdidas de programas bilaterales. Al fin y al cabo, las ayudas que Colombia recibe del gobierno americano se destinan a la erradicación técnica de los cultivos, a las que Colombia no ha respondido, y como las ayudas vienen de los EEUU, están en su derecho de eliminarlas cuando les “maman gallo”, o al menos, verificar su utilización. Lo otro, es que, de las 8.500 toneladas de clorhidrato de cocaína que se están produciendo en las 330.000 has de coca, este gobierno se ufana de haber decomisado 2.700, pero las restantes 5.800 toneladas se van para los Estados Unidos, una porción menor para Europa, Asia y Australia. Sin cultivos de coca, no hay cocaína. Sin cocaína, no Desafortunadamente, han sido los gobiernos de izquierda los más permisivos con la coca.
El actual gobierno del cambio, cambio la estrategia, con menos énfasis en erradicación forzada y más complaciente con alternativas o enfoques de salud pública (prohibición de Glifosato). En la mayoría de los casos, han sido políticas deliberadas, con menor voluntad de erradicación masiva, pero lo más grave es que, por la falta de control estatal en muchas zonas cocaleras, hay presencia de actores armados, financiados por grupos narcoterroristas, y fallas en programas alternativos.
La descertificación puede ser contraproducente, en la práctica, cuando se daña la cooperación civil y política, sin atacar las causas estructurales del narcotráfico. Cuáles podrían ser las recomendaciones: 1.- Atacar la raíz, priorizando las intervenciones que reduzcan los cultivos al máximo; 2.- utilización del glifosato mediante aspersión aérea; 3.- medir no solo las incautaciones, sino compararlas con la producción; 4.- cooperación regional, con inteligencia, justicia transnacional, y programas socioeconómicos.
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