El ataque a un oficial y un soldado profesional, se produjo mientras tropas del Batallón de Infantería n.° 25, adscritas a la Vigésima Séptima Brigada, bridaban seguridad a erradicadores de cultivos de coca.
En un grave acto de violencia,
un subteniente y un soldado del Ejército Nacional fueron atacados con gasolina
y prendidos en fuego por un grupo de civiles mientras destruían un laboratorio
de procesamiento de pasta base de coca en la vereda Siloé de Villagarzón. Los
uniformados, quienes sufrieron quemaduras de gravedad, fueron evacuados de
inmediato para recibir atención médica especializada en Florencia.
El ataque se produjo mientras
tropas del Batallón de Infantería n.° 25, adscritas a la Vigésima Séptima
Brigada, llevaban a cabo operaciones legítimas destinadas a neutralizar las
fuentes de financiación ilegal de los Grupos Armados Organizados Residuales
(GAO-r) en la región. Según el Ejército, un grupo de civiles protagonizó una
asonada y atacó a los militares con fuego para impedir el procedimiento.
La Vigésima Séptima Brigada ha
denunciado públicamente estos actos, calificándolos como una agresión grave
contra la vida y la integridad de los soldados, y una "flagrante violación
a los Derechos Humanos". La institución afirma que los uniformados estaban
cumpliendo con su mandato constitucional de proteger a la población y
garantizar la seguridad.
El Ejército Nacional también
ha manifestado que denunciará ante las autoridades competentes el
constreñimiento de la población civil por parte del GAO-r Comandos de Frontera,
con el objetivo de obstaculizar las operaciones militares, así como las
agresiones cometidas contra sus hombres.
En respuesta a este brutal ataque, el Ministerio de Defensa ha anunciado una recompensa de 200 millones de pesos por información que conduzca a la identificación y captura de los responsables. Este hecho resalta la creciente violencia y la falta de respeto por la vida de quienes arriesgan su seguridad en la lucha contra el narcotráfico.
El ministro de Defensa, Pedro Sánchez, condenó el ataque en su cuenta de X, afirmando que los responsables “no son campesinos ni comunidades, sino criminales y narcos”.
El Ejército anunció que presentará denuncias contra los Comandos de Frontera ante la justicia por las agresiones y por manipular a la población civil. Este grupo, disidente de las FARC tras el acuerdo de paz de 2016, opera en Colombia y Ecuador y está vinculado a actividades como el envío de cocaína a Estados Unidos, según la Fiscalía colombiana, que capturó en febrero a su líder, Andrés Rojas, alias Araña, solicitado en extradición.


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