Las comunidades del municipio
de Puerto Leguizamo enfrentan un
confinamiento, por el fuego cruzado entre grupos armados ilegales en la zona.
El gobernador del departamento
del Putumayo, Carlos Marroquín, ha emitido un urgente llamado al Gobierno
Nacional para que tome medidas con respecto a los alarmantes niveles de
violencia que azotan a diversos municipios y corregimientos de la zona.
Según las denuncias recibidas,
varias comunidades rurales, especialmente aquellas conformadas por poblaciones
indígenas y campesinas, enfrentan un confinamiento desde hace aproximadamente
40 días debido a la violenta disputa entre grupos armados. Esta situación ha
dejado más de 2.500 personas atrapadas en medio del conflicto.
El gobernador expresó su
profunda preocupación, destacando la situación crítica en Puerto Leguizamo y
solicitando con urgencia la activación de corredores humanitarios que permitan
el suministro de ayuda desde el departamento del Caquetá. Asimismo, instó al
Gobierno del presidente Petro a acelerar los procesos de diálogo para abordar
esta crisis.
En relación con los corredores
humanitarios, el gobernador informó que desde la Gobernación se están llevando
a cabo esfuerzos para activar estas rutas.
«Lo
ideal es que podamos iniciar un diálogo y alcanzar la paz. El fuego cruzado
está afectando gravemente a los habitantes del departamento. Esta es la crisis
más profunda que hemos enfrentado en años», afirmó Marroquín.
La situación descrita por el
gobernador refleja un panorama desafiante y urgente en la zona, donde la
violencia armada ha dejado a comunidades enteras en condiciones precarias y
vulnerables.
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