En momentos en que el
Departamento del Huila recibe, el pasado 28 de septiembre, un panfleto de parte
de las disidencias de las Farc, involucrando a más de 10 municipios, en un
momento de crisis de seguridad, asediado, amenazado y extorsionado por esa
organización narcoterrorista, resulta indignante que el Gobernador Rodrigo
Villalba se ocupe de asegurar para uno de sus abyectos, la elección de una
“contralor de bolsillo”, para blindar su gestión y la de sus aliados políticos.
Hoy denuncio ante la opinión
publica un caso que pone en riesgo la institucionalidad y transparencia en el
departamento: la pareja conformada por Wilson Diaz Sterling y Doris Lorena
Camacho Noguera, (lo afirmo en su artículo habitual del periódico La Nación, el
Dr Yilber Saavedra), se ha convertido en la ficha perfecta para tomarse todo el
poder de control fiscal en el Huila bajo la sombra del actual gobernador
Rodrigo Villalba Mosquera, quien está empeñado en armar un nuevo carrusel de contratación y de control fiscal que le
permita tapar y legalizar toda clase de estropicios presupuestales y de contratos, en lo que le queda de
tiempo.
Wilson Díaz Sterling,
exalcalde de Timana (2012-2015) protegido de Villalba, es candidato a Contralor
Departamental en la convocatoria adelantada por la Asamblea del Huila. Viene de
ser nombrado recientemente como Notario Único de Aipe con el aval de su jefe
político. Su esposa, Doris Lorena Camacho Noguera, fue designada por el
Contralor General de la República como delegada en el Huila, (Resolución 03590
de 2023), con facultades de control directo sobre los recursos del Sistema
General de Participaciones, Regalías y demás fondos públicos que administra el
departamento hoy en las manos inescrupulosas de Rodrigo Villalba.
Señores Diputados: de
concretarse esta “jugadita”, ambos, marido y mujer, terminarían controlando él,
desde la Contraloría Departamental, y ella, desde la Contraloría General de la
República, los mismos recursos y decisiones que administra su jefe político,
amigo y copartidario, el Gobernador Villalba.
En la práctica, el poder de
vigilancia quedaría en manos de un círculo (carrusel) familiar y político bajo
las órdenes del señor Villalba Mosquera. Así se explica por qué, pese a
múltiples denuncias de corrupción en el departamento, asentada desde hace más
de 20 años, reina la impunidad.
Señor Procurador General de la
Nación sírvase Ud. investigar y frenar esta maniobra fraudulenta. Dicte las
medidas cautelares necesarias, e impida la elección de un contralor
departamental al servicio del gobernador.
Hago un llamado a la
ciudadanía, a los medios de comunicación y a los organismos de control.
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