El
pasado 28 de octubre el Diario del Huila público, en la sección Enfoque, una
información que compromete al exgobernador Luis Enrique Dussan, con presuntas
irregularidades en la contratación de la pavimentación de la vía La Victoria –
San Marcos en el municipio de Acevedo, por valor de $18.200 millones de pesos
del Sistema General de Regalías, relacionadas con omisiones de sus funciones,
al no exigir el cumplimiento integral de las actividades del proyecto de
inversión. Deficiencias en los diseños
de la vía, lo que derivo, como siempre, en mayores cantidades de obra,
incremento de los costos de la obra y ampliación del plazo de ejecución, lo que
provocó la parálisis del proyecto. Lo anterior viene siendo investigado por la
Procuraduría General de la Nación.
Resulta
mas relevante y sorprendente que el Exgobernador Dussan, ingeniero civil, no
haya ejercido con rigor el control técnico y administrativo que su formación
profesional le imponía. La Procuraduría sostiene que el exmandatario fue
informado con anticipación sobre las inconsistencias del proyecto y, pese a
ello, no actuó de forma oportuna ni eficaz para corregir su ejecución.
Esperamos que Dussan pueda dar explicaciones al respecto.
El
contrato de Acevedo no es un hecho aislado. Por el contrario, forma parte de un
patrón reiterado de irregularidades en la contratación y ejecución de las obras
viales y de educación, financiados con recursos del Sistema General de Regalías
en el Huila. Y que el suscrito ha venido denunciando desde hace muchos años.
Diversos
contratos durante administraciones de Rodrigo Villalba, primera etapa, Cielo
González Villa, Carlos Mauricio Iriarte, Carlos Julio González Villa, Luis
Enrique Dussan, y ahora con el repitente Rodrigo Villalba Mosquera, muestran
los mismos síntomas: deficiencias en los diseños, adiciones injustificadas,
avaladas por el secretario de Vías de turno, y el grupo de supervisores
dedicado a legalizar los estropicios cometidos contra los intereses del
departamento del Huila.
Entre
los contratos más cuestionados están: San Agustín -Obando; Cruce Saladoblanco –
Oporapa; La Doble calzada Los Cauchos -Rivera; Garzón -San Antonio del Pescado;
Neiva – Cucara – Tello – Baraya; Garzón – Puerto Alegría; Neiva – Palermo;
Canalización de la quebrada Río frío en Campoalegre y los cinco tristemente mal
llamados Colegios de la Felicidad. Ha sido un colosal desfalco a las regalías
del Huila, en montos, según la misma Contraloría General de la Nación, en
promedio en los últimos 23 años, de $35.000 millones para un total de $770.000
millones de pesos (Setecientos setenta mil millones de pesos). Los sucesivos
gobiernos, desde Rodrigo Villalba en 2004 hasta la fecha, han estado bajo el
dominio de dos clanes hegemónicos: Los Villalba Mosquera y los González Villa,
que se han repartido el poder político con el fin de mantener el control de los
recursos públicos y las regalías. Veremos que sucede en el 2027.



No hay comentarios:
Publicar un comentario