Luis Mauricio Rivera, gerente de Coocentral advierte que la norma impulsa la informalidad al no considerar la falta de conectividad rural. Reportan caída del 12% en compras formales.
La Cooperativa Central de Caficultores del Huila
(Coocentral) expresó su "profunda preocupación" ante el aumento en la
fiscalización al campesinado por parte de la DIAN. Advierten que la
interpretación de la norma y la exigencia de implementar la facturación
electrónica y la bancarización a todos los productores, sin considerar la realidad de conectividad del país, pone en riesgo la supervivencia del modelo cooperativo
cafetero.
Según la cooperativa, estas nuevas exigencias
tributarias ya han disminuido su participación de mercado en más del 12%. El efecto directo, aseguran,
es una reducción en las compras formales de café y un impulso a la informalidad.
Luis Mauricio Rivera, gerente general de Coocentral,
señaló que la medida, aunque busca la formalización, "pone en riesgo la
supervivencia del modelo cooperativo" que atiende principalmente a
pequeños productores en zonas de difícil acceso, donde el internet o la
electricidad son limitados o inexistentes.
El directivo explicó que cerca del 96% de los
productores de café en Colombia son pequeños agricultores con menos de 5
hectáreas y
que solo un 30% de las zonas rurales cuenta con conectividad estable.
"Obligar a un caficultor de veredas como El
Paraíso o Santa María, en el Huila, a emitir una factura electrónica y a la
bancarización desde su finca, cuando difícilmente manejan un teléfono móvil, es
desconocer la realidad rural del país", enfatizó Rivera.
Según el gerente, muchos caficultores están optando
por vender a intermediarios informales que no exigen la factura, "lo que
debilita el tejido cooperativo y fomenta la informalidad que precisamente se
busca combatir".
Reforma
tributaria agudiza el problema.
La preocupación de Coocentral se agudiza con la nueva
reforma tributaria presentada por el Gobierno Nacional. Esta propone que todos los
productores agropecuarios, sin importar su tamaño, estén obligados a expedir
factura o documento equivalente por cada venta.
Además, la reforma reduce el umbral de retención en la
fuente para la venta de café y otros productos agropecuarios, pasando de 160
UVT (cerca de $7,9 millones) a 70 UVT ($3,4 millones), lo que, según la
cooperativa, incrementa la carga tributaria sobre los pequeños productores.
Desde el ámbito legal, el abogado tributarista Carlos
Mario Salgado Morales señaló que la DIAN, en sus procesos de fiscalización,
"pretende imponer la depuración de la renta bajo criterios fiscales,
aplicados a las Entidades Sin Ánimo de Lucro, desconociendo que el sector
solidario goza de una normatividad especial". El experto calificó las
sanciones impuestas como "exorbitantes y desproporcionadas".
Llamado al diálogo y riesgo social
El modelo cooperativo ha sido un pilar de inversión
social en el campo. Según cifras de la Federación Nacional de Cafeteros (FNC),
entre 2020 y 2023, las 32 cooperativas de caficultores del país realizaron
inversiones sociales por $195.310 millones,
destinados a educación, programas BEPS, medio ambiente y primas sociales.
De mantenerse las condiciones actuales, Coocentral
advierte que el modelo podría colapsar, dejando la comercialización en manos de informales o
multinacionales que no garantizan precios justos ni reinversión social.
Por ello, el gremio reitera la "necesidad urgente
de abrir una mesa de concertación" entre el Gobierno, la FNC, las
cooperativas y la DIAN. Proponen una transición gradual, subsidios de conectividad y un modelo híbrido de facturación rural que permita
aplicativos offline certificados.
La preocupación es compartida por el gerente de la
FNC, German Bahamón, quien en una columna reciente pidió que "las
decisiones tributarias se tomen con visión de largo plazo, con gradualidad,
selectividad y sentido de equidad".
Este pronunciamiento se da en el marco de la feria
"Cafés de Colombia Expo 2025", que se realiza del 23 al 26 de octubre
en Corferias.


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