Comencemos
por su periodo presidencial: Ud. se va, por las buenas, o por las malas, de la
presidencia el 7 de agosto de 2026 a las tres de la tarde. Ni un minuto antes,
pero ni un minuto después.
La
reciente columna del Dr. German Vargas Lleras en el Tiempo, titulada “En manos
del hampa”, puso sobre la mesa un tema que no podemos pasar por alto: la
seguridad ciudadana y el peligro que corre el proceso electoral. Los hechos de
violencia y vandalismo en ciudades del país, no los podemos mirar aisladamente,
sino que son señales preocupantes de un clima político orquestado por el
gobierno de Gustavo Petro para amenazar el proceso de las elecciones de
congreso, en marzo del año entrante, y las presidenciales en mayo del mismo
año.
Los
riesgos que estamos corriendo son muchos y debemos alistarnos para
contrarrestarlos: de violencia política instrumentalizada, protagonizada por
grupos minoritarios aupados por el ejecutivo, que, bajo el pretexto que se
quiera, intentan sabotear la democracia con intimidación y miedo; de Boicot a
la oposición, intentando criminalizar toda movilización de manera tal que les
permita restringir derechos ciudadanos.; de desinformación digital, a través de
sus bodegas con noticias falsas y campañas coordinadas y violencia oficial para
desmovilizar electores o desacreditar resultados; De presiones institucionales,
intento de manipular organismos electorales como la registraduría nacional del
Estado civil, y el Consejo Nacional Electoral; finalmente mediante amenazas a
candidatos ( Farc, ELN, Clan del Golfo), y a testigos electorales. La violencia
selectiva busca alterar el mapa político y sembrar terror en comunidades.
La
respuesta no puede ser pasiva, la defensa de la democracia exige acción
ciudadana organizada, legal, y no violenta, lo ha expresado el candidato
presidencial el Dr. Enrique Peñalosa Londoño, si bien es cierto, que no hemos
pensado en armarnos, debemos tener el coraje necesario para confrontarlos.
Organizar
una efectiva vigilancia electoral, acompañada de denuncias oportunas, y establecer
una comunicación adecuada, entre todos, que nos permita reportar cada
irregularidad o amenaza verificable. Combatir rumores y desinformación con
canales confiables y mensajes simples que promuevan la participación, pero
sobre todo con Unidad Democrática que integre a los partidos, los gremios, las
Universidades y organizaciones sociales, en torno a un objetivo común:
elecciones libres, transparentes y pacíficas.
En
conclusión: la columna de Vargas Lleras es una advertencia que no puede ser
ignorada: es una alerta sobre la violencia que tiene toda la intención política
de sabotear y alterar los resultados electorales. Y atendamos el llamado de
Peñalosa: “los hampones que intentan tomarse a Colombia, no son ni más
inteligentes, ni más trabajadores, ni más valientes que la inmensa mayoría de
colombianos”.
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