A
escasos 10 días de las elecciones de los Consejos Municipales de Juventud,
quiero enviar un mensaje de respaldo,
felicitación y compromiso a las juventudes del Centro Democrático, en
espacial a sus líderes y cabezas de las listas: Santiago Andrés Tovar Pulecio,
coordinador departamental de Juventudes en el Huila, Camila Ávila coordinadora
municipal de Neiva, Juan Sebastián Pedraza de Neiva, Juan Camilo Aroca de
Pitalito, Juan José Fonseca de La Plata, Juan David Padilla de Campoalegre,
Mario José Sánchez de Yaguará, Erika Rojas de Palermo, Natalia Cortes de Tello,
Heidi Calderón de Villavieja, Oswaldo Sáenz de Santa María,
Tomas Ramírez de Garzón, Gladys Estefanía Quaitaqui de Pital, Luis María Zuluaga de Isnos y
William Tovar de Tarqui, quienes lideran con entusiasmo, convicción y coraje
los procesos que nos garantizan el relevo generacional dentro de la vida
política del Huila y de Colombia.
Ustedes
respetados jóvenes representan la esperanza de una nueva clase dirigente,
formada en los principios de la seguridad democrática, la confianza
inversionista y la cohesión social, pilares fundamentales de nuestro partido,
la democracia, el respeto por la Constitución y el amor profundo por
Colombia. En sus manos, más temprano
que tarde, quedara el futuro de Neiva, del Huila y del país.
La
historia contemporánea de nuestra Nación demuestra que la juventud ha sido, en
momentos decisivos, la llama que encendió grandes transformaciones: en 1957 la
caída de la dictadura de Rojas Pinilla, en medio de la represión y la censura,
fueron los estudiantes y jóvenes universitarios quienes se movilizaron a las
calles, al lado de importantes líderes políticos, para exigir el fin de una
dictadura. Su voz y su valentía fueron determinantes para abrir el camino y el
retorno de la democracia. Tres décadas después, en 1990 la séptima papeleta
propuesta por los estudiantes, marco la diferencia: desde las universidades
surgió, en medio de la violencia política que azotaba al país, la propuesta
para que se contabilizara, como un voto simbólico, durante el proceso electoral
presidencial. Se escucho el clamor de una generación por una nueva
Constitución. Ese gesto abrió el camino a la Asamblea Nacional Constituyente de
1991 que sentó las bases a la Colombia moderna.
Estos
dos episodios son apenas ejemplos del poder transformador de la juventud. Hoy más
que nunca, Colombia necesita de su juventud.
Apreciados
jóvenes amigos de mi partido: Sigan adelante con entusiasmo, no se detengan
ante la adversidad y recuerden que cada generación tiene una cita con la
historia. Uds. ya comenzaron a escribirla. Cuenten con mi respaldo en sus
luchas y en sus liderazgos. El futuro de Colombia será el que Uds. sean capaces
de forjar con ideas, principios y valor.
Los invito dar el grito de victoria de Luis Carlos Galán: “colombianos,
ni un paso atrás, siempre adelante, y lo que sea menester sea”.
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