El atroz crimen ocurrió en el corregimiento de El Caguán. El menor habría aprovechado la hospitalidad de su familiar para atacarla mientras dormía y hurtar sus pertenencias.
La capital del Huila no sale del asombro tras conocerse los escabrosos detalles del asesinato de Nataly Villalba, una mujer cuya vida fue segada presuntamente por su propio sobrino en el barrio La Esperanza, del corregimiento de El Caguán. El hecho, que ocurrió el pasado 28 de noviembre, ha sido calificado por las autoridades como un acto de "máxima sevicia".
La tragedia comenzó con un gesto de confianza familiar. El adolescente llegó a la vivienda de Nataly solicitando posada, a lo que ella accedió sin sospechar que estaba dejando entrar a su agresor. Según el reporte de la Fiscalía y la Policía Metropolitana de Neiva, el joven esperó el momento de mayor vulnerabilidad de su tía para actuar.
Una vez la mujer se quedó profundamente dormida, el menor la habría atacado violentamente utilizando un objeto contundente. No conforme con los golpes, el informe preliminar indica que posteriormente procedió a asfixiarla, garantizando así su muerte. Tras el crimen, el señalado agresor registró la vivienda, se apoderó de varios elementos de valor y emprendió la huida.
Gracias a las labores de inteligencia y al seguimiento de cámaras y testimonios, las autoridades lograron la aprehensión del menor pocas semanas después del suceso. En las audiencias de control de garantías, un juez de Infancia y Adolescencia determinó que el joven representa un peligro para la sociedad y para el proceso mismo.
"Se le dictó medida de internamiento preventivo en un centro especializado para menores de edad, mientras avanza la etapa de juicio por el delito de homicidio agravado y hurto", confirmaron fuentes judiciales.
El corregimiento de El Caguán se encuentra de luto. Vecinos de Nataly la describieron como una mujer trabajadora y solidaria. La indignación crece en el departamento ante el aumento de casos donde menores de edad se ven involucrados en delitos de alto impacto.
Las autoridades de bienestar familiar también han hecho un llamado a analizar los entornos de estos jóvenes, mientras que la familia Villalba clama por una justicia ejemplar que, aunque limitada por la Ley de Infancia y Adolescencia, brinde un cierre a este doloroso capítulo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario