Colombia atraviesa un punto de
inflexión muy importante en su historia. No se trata de elegir un nombre en una
papeleta, sino de definir el nuevo rumbo en lo institucional, económico y moral
de la república. En ese contexto, algunos ciudadanos permanecen indecisos,
abrigan dudas, y nos preocupa su indiferencia.
Las últimas mediciones de opinión muestran al Dr. Abelardo de La
Espriella muy cerca de una victoria en primera vuelta, que es lo que la inmensa
masa de compatriotas queremos: ganar en 31 de mayo la presidencia para quitarnos
de una vez por todas la amenaza del narcoterrorismo encarnado en Iván Cepeda.
Pero más allá de las cifras, el verdadero debate para los indecisos, no debe
ser quien va ganando, sino cuál es el país que queremos reconstruir. Petro y
sus compinches, en estos cuatro años de desgobierno, destruyeron a Colombia y
es nuestra obligación reconstruir la Patria.
Para quienes aún dudan, vale
la pena reconocer tres elementos que distinguen la propuesta de gobierno que
nos ofrece el candidato, con mayor opción de victoria, Abelardo de la
Espriella:
1.- Claridad: En tiempos de ambigüedades y discursos tibios
y evasivos, Abelardo habla, sin rodeos, sobre seguridad, recuperación del
territorio, legalidad, respeto por la Constitución y defensa de las
instituciones.
2.- Coherencia: No lo
escuchamos hoy diciendo lo contrario de lo que defendía ayer. Su posición
frente al crimen, la corrupción y el debilitamiento del Estado ha sido la misma
, incluso cuando sus afirmaciones han tenido costos personales y políticos.
3.- Firmeza democrática:
Apoyarlo significa reivindicar que la democracia se defiende con reglas claras,
autoridad legítima y un Estado que no se arrodillara ante los violentos ni ante
los corruptos.
Hago un llamado a los
ciudadanos que aún no se sienten plenamente convencidos a que asuman un acto de
responsabilidad y se pregunten: ¿estamos hoy mejor o peor como país que hace
cuatro años?; ¿queremos un Estado fuerte frente al crimen o uno débil?;
¿preferimos la improvisación a la certeza de elegir un liderazgo con carácter?
Finalmente, me permito hacer
algunas recomendaciones para los amigos de la candidatura de Abelardo de La
Espriella: 1.- No cantar victoria: estar “a muy poco de ganar en primera
vuelta” no es haber ganado. Cada voto cuenta. “Vamos bien, pero falta el último
esfuerzo”. 2.- Cerrar filas alrededor del candidato y evitar divisiones; No
pelear con aliados naturales; no más egos regionales; no más mensajes ambiguos.
3.- Unidad total alrededor de las propuestas del candidato. Orden, legalidad,
institucionalidad y recuperación del país. 4.- Enfocarnos en invitar al
indeciso: 5.- Trabajar mucho las redes sociales, sin olvidar que las elecciones
se ganan en la calle y en las urnas. Serenidad, visión y vocación de victoria.



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