Por primera vez, un Gobierno
mantiene la alimentación escolar incluso en vacaciones, reafirmando que el
hambre no sale a vacaciones y que la alimentación escolar es un derecho.
El Gobierno del Cambio ha entregado más de 2.5 millones de canastas alimentarias durante los recesos escolares entre 2022 y 2025, garantizando alimentación para estudiantes aun cuando no hay clases.
La estrategia llegó a
territorios priorizados como Nariño, Caquetá, Bolívar, Putumayo, Cesar, Meta,
Risaralda, Vaupés, Quibdó y Norte de Santander, fortaleciendo la seguridad
alimentaria en las zonas más vulnerables.
En articulación con el ICBF,
se distribuyeron más de 400.000 bolsas de bienestarina, reforzando la nutrición
de niñas, niños y adolescentes durante el receso escolar.
El Gobierno del Cambio, liderado por el presidente Gustavo Petro, reafirma su compromiso con la seguridad alimentaria de la niñez y adolescencia colombiana al garantizar, por tercer año consecutivo, la entrega masiva de canastas alimentarias durante los periodos de receso escolar. Entre 2022 y 2025, con una inversión de más de $253.000 millones se han distribuido más de 2.5 millones de canastas, este año en 110 municipios con alta inseguridad alimentaria y 17 municipios en conmoción interior, asegurando que estudiantes de comunidades rurales, indígenas, campesinas y urbanas sigan recibiendo alimentos aun cuando no hay clases.
En esta vigencia, la
estrategia llegó a Nariño, Caquetá, Bolívar, Putumayo, Cesar, Meta, Quibdó,
Risaralda, Vaupés y Norte de Santander, departamentos priorizados por sus altos
índices de inseguridad alimentaria y dificultades logísticas.
Además, en articulación con el
ICBF, se entregaron más de 400.000 bolsas de bienestarina, reforzando la
nutrición de los estudiantes durante el receso escolar de fin de año.
Una estrategia que llega a
donde antes no llegaba.
En cada territorio, las
entregas se desarrollaron en zonas históricamente excluidas, incluyendo:
Nariño: Barbacoas, Tumaco, Ricaurte, El Charco, Mallama, Olaya Herrera.
* Caquetá: La Montañita,
Solano, Belén de los Andaquíes, Milán, Puerto Rico.
* Bolívar: San Pablo, Santa
Rosa del Sur, Cantagallo, Morales.
* Putumayo: Puerto Asís, Orito, Puerto Guzmán, Villagarzón.
* Cesar: Codazzi, San Diego, Río de Oro, Manaure.
* Meta: Mapiripán, La Macarena, Puerto Lleras.
* Chocó (Quibdó): Comunidades urbanas y rurales priorizadas.
* Risaralda: Mistrató y Pueblo Rico.
* Vaupés: Mitú, Carurú, Pacoa, Yavaraté.
* Norte de Santander: Ábrego, Ocaña, El Tarra, Convención, San Calixto, La
Playa, El Zulia y Cúcuta, única ciudad capital con canasta en receso escolar.
Las entregas se coordinaron
entre rectores, supervisores del PAE, cabildos indígenas, juntas de acción
comunal y autoridades locales, garantizando presencia institucional en todos
los puntos definidos en los listados oficiales.
Más calidad en las canastas
alimentarias.
Para el receso escolar, las
canastas fueron fortalecidas con mejores productos y un valor ajustado según
las condiciones del territorio.
Cada canasta garantiza alimentos suficientes para preparar en casa y mantener una alimentación adecuada durante las semanas sin clases. Un alivio para miles de familias
La entrega de canastas alimentarias se ha convertido en una ayuda directa para
miles de hogares que, durante los recesos escolares, enfrentan mayores gastos y
mayores riesgos de desnutrición infantil.
Las familias de territorios rurales y apartados expresaron que, gracias a esta
estrategia, sus hijos no pierden la posibilidad de acceso a la alimentación
escolar y cuentan con esta comida en casa.
Con estas acciones, el
Gobierno del Cambio convierte la alimentación escolar en una política que no se
detiene ni siquiera cuando termina el calendario académico.
Las cifras de 2025 consolidan un hecho histórico: por primera vez, un Gobierno
ha entregado canastas alimentarias a gran escala durante todos los recesos
escolares del cuatrienio, priorizando a quienes más lo necesitan.


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