El
INVIMA tiene lista la nueva resolución que obedece al mandato del Decreto 2016
y que revive los mataderos municipales que cerraron.
El
plan del Gobierno Nacional de reactivar pequeñas plantas de beneficio animal
para atender a los municipios avanza. El Instituto Nacional de Vigilancia de
Medicamentos y Alimentos (INVIMA) publicó recientemente la resolución que
establece las reglas de funcionamiento de dichos establecimientos.
Se
trata de una nueva resolución del INVIMA para dar cumplimiento al Decreto 2016
de 2023 que el Gobierno expidió en noviembre del año pasado. El documento
prácticamente revive los mataderos municipales.
La
funcionaria explicó que se trata de establecimientos pequeños que en promedio
pueden llegar a sacrificar entre 1 y 40 animales a la semana cada uno.
“Esta
era una necesidad que tenía Colombia. Estos establecimientos no van a competir
con las grandes plantas porque van a funcionar en la ruralidad dispersa”,
explicó Jiménez.
Según
datos del INVIMA en Colombia hay unas 500 plantas de beneficio, desposte,
desprese y acondicionadores para porcinos, aves y bovinos (ver infografía).
Antioquia es la que más tiene con 117, solo en bovinos y porcinos, luego sigue
Bogotá con 74.
Cómo se reactivarán
La
nueva resolución del INVIMA contiene 18 artículos con la reglamentación. Entre
ellos establece que una planta de autoconsumo solo puede entrar en
funcionamiento luego de solicitar una visita de autorización sanitaria y
aprobarla.
Si
aspira exclusivamente a distribuir de forma local, entonces se debe presentar
la solicitud ante el alcalde y contar con el aval del Comité Departamental de
Carne y productos Cárnicos Comestibles.
La
aspiración debe acompañarse con estos documentos: formato de solicitud de
trámites del INVIMA, soporte de pago electrónico de la autorización sanitaria,
formato de inscripción, plano de la planta. Adicional, si se trata de un sitio
que fue cerrado anteriormente, entonces debe adjuntar los soportes de
levantamiento de las medidas sancionadas o la autorización de funcionamiento
emitida por la autoridad que ordenó la clausura en su momento.
La
planta deberá obtener una calificación mínima de 75% en el acta de la visita
sanitaria “y cumplir con los requisitos definidos como críticos para cada tipo
de especie procesada”, aclara el documento.
El número máximo de animales a beneficiar en una planta de categoría de autoconsumo se determinará por la capacidad de sacrificio instalada, pero no podrá ser superior a 75 animales a la semana por especie.
Otras normas
Cabe
aclarar que ya existe una norma que reglamenta el funcionamiento de los
conocidos popularmente como mataderos, la directora de Alimentos y Bebidas en
el INVIMA, explicó que se trata del Decreto 1500 de 2007. Añadió: “con este
hemos podido tener unas plantas de buena calidad y muy preparadas para el
mercado de exportación”.
¿Pero
si ya había una normativa para qué expedir otra?, Jiménez respondió al
interrogante argumentando que los municipios más lejanos y del rural disperso
ven dificultades para abastecerse de carne al no ser cubiertos por los
servicios de las grandes centrales de sacrificio.
Y
esto se debe a que en 2016 el INVIMA comenzó una fuerte revisión sanitaria y
cerró las puertas de plantas de sacrificio para dar cumplimiento al Decreto
1500. Clausuró establecimientos que violaban los requisitos de infraestructura,
capacitación de talento humano, gestión de calidad e, incluso, los que no
cumplían con un número de sacrificios mínimo, lo que por su puesto dejó por
fuera de partido a los más pequeños y su población desatendida. En siete años
el INVIMA alcanzó a cerrar unos 409 sitios.
Por
esa razón, el Gobierno de Gustavo Petro expidió el Decreto 2016 con la ilusión
de reactivarlos y reducir los costos de traslado del ganado, atacar el
monopolio de la carne y reducir los mataderos clandestinos.
De hecho, una de las principales apuestas del Gobierno es reducir el costo de la carne en los territorios donde entren a funcionar las nuevas centrales de beneficio tras aprobar la nueva normativa.
Lo cierto es que los ciudadanos tendrán plazo hasta el 15 de marzo para realizar sus respectivos comentarios sobre la nueva resolución del INVIMA y posteriormente darle una segunda oportunidad a estas centrales de sacrificio.
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