Alias “Juliana” joven reclutada por un grupo armado residual en el occidente del Huila dejó las filas guerrilleras y se presentó a una unidad militar adscrita a la Novena Brigada del Ejército, donde fue acogida para iniciar su protección y reinserción a la vida civil.
Fueron dos largos años extrañando a su familia, su motor para tomar la decisión de escapar.
Alias “Juliana” fue ingresada ilegalmente a las filas de un grupo armado organizado residual, cuando tan solo tenía 16 años. Desde su ingreso recibió entrenamiento en manejo de explosivos y enfermería, siendo su más reciente encargo el de oficial de campamento.
La vida en la clandestinidad, marcada por el miedo constante a los enfrentamientos y a la captura, la sumió en una profunda zozobra. Sin embargo, el anhelo de reunirse con su madre y la esperanza de una vida diferente la impulsaron a escapar.
Con 18 años cumplidos, decidió dejar atrás su dura experiencia en el Cauca y fue en Algeciras, Huila, donde encontró el apoyo que buscaba; se presentó ante tropas del Batallón de Alta Montaña N.° 9 de la Novena Brigada, y expresó su deseo de someterse a la justicia. Hoy adelanta el proceso para recibir los beneficios que ofrece el Gobierno nacional a través de Grupo de Atención Humanitario al Desmovilizado.
La
historia de “Juliana” es un testimonio de la resiliencia y esperanza que
persiste incluso en las circunstancias más adversas. Su valentía al abandonar
las filas armadas y buscar una vida en paz es un ejemplo para quienes buscan
salir de la violencia y construir un futuro mejor para Colombia.
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