Por solicitud de una fiscal GAULA de la Seccional Huila, un juez con función de control de garantías impuso medida de aseguramiento en establecimiento carcelario contra Liliana Montes, presuntamente responsable del delito de tentativa de extorsión agravado.
La investigación evidenció que una de las víctimas acudió a los servicios de la supuesta bruja para que con los presuntos poderes le ayudara a reanudar una relación sentimental, trabajo denominado "amarre".
Los amarres de amor son hechizos en los que se pide a un demonio denominado kundalini que doblegue la voluntad de la persona a quien va dirigido el trabajo, por lo general la bruja o pitonisa utiliza, prendas, fotografías, uñas, cabellos, objetos y el nombre completo de la víctima, o usan muñecos vudú amarrados activados por conjuros dichos por la bruja frente a un altar.
Lo cierto es que pesar de los pagos efectuados por la víctima y ante la ineficacia de los resultados prometidos, la clienta decidió no continuar con los servicios ofrecidos por la hoy indiciada. Esta determinación habría generado molestia en la ahora procesada, quien, intimidó a la mujer a través de llamadas telefónicas, donde la amenazaba con hacerle daño a través de brujerías o revelar que la había contratado para hacer el "amarre".
La víctima era obligada a pagar dos millones de pesos para no atentar contra su vida, la de su exesposo o su familia.
La SIJIN de la Policía Nacional se encargó de capturar a Montes en el barrio El Centro de Garzón (Huila). La procesada aceptó los cargos en su contra.
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