Creemos que la decisión del Dr. Álvaro Uribe y del director nacional va en la dirección correcta de invitar a los cuatro precandidatos a reflexionar los meses de noviembre y diciembre de 2025 y enero del 2026.
Por Julio Bahamon Vanegas
La decisión del partido Centro Democrático de postergar
para febrero de 2026 la encuesta, algo que estaba previsto para ser resuelto
antes de finalizar este mes de noviembre para definir el candidato único a la
Presidencia es, en realidad, ante todo un llamado urgente a la sensatez
política. La renuncia de Andrés Guerra
dejo la competencia en cuatro aspirantes, pero la prórroga tiene un propósito más
profundo: permitir que el partido reflexione con madurez y realismo, de quienes
tienen opciones, y quienes deberían hacerse a un lado por el bien de la
colectividad.
En medio del entusiasmo de millones de colombianos el
pasado 21 de octubre celebramos la decisión del Tribunal de Bogotá que reafirmo
la inocencia del jefe único del partido, el Dr. Álvaro Uribe Vélez. Esa alegría
debía convertirse en un punto de unión, en un mensaje de fortaleza moral para
el partido que festejo simultáneamente unos hechos que no se pueden ignorar: la
dignidad, la prudencia, y la paciencia del expresidente Uribe de como afronto
el proceso, con el que quisieron enlodar su prestigio. Álvaro Uribe ha
mantenido serenidad, ha insistido en la unidad y ha evitado pronunciamientos
que dividan, pero esa cordura no ha sido puesta en práctica por los aspirantes,
porque algunos han convertido la contienda interna en un ruido innecesario. Un
alboroto que ha sido capitalizado por la izquierda y por los llamados
“candidatos youtubers” expertos en sacarle ventaja a cada fisura del partido
para ampliar su audiencia y caudal político.
La militancia esperábamos ver coherencia entre los
aspirantes, prudencia y armonía, como respuesta natural a la celebración de
todo el partido.
El reto de los que quedan no para ahí, porque además de
ganar la encuesta interna, al candidato único del Centro democrático se le
exigirá demostrar, como se dice en política “perrenque” para triunfar en la
consulta interpartidista y luego en la contienda presidencial.
Creemos que la decisión del Dr. Álvaro Uribe y del
director nacional va en la dirección correcta de invitar a los cuatro
precandidatos a reflexionar los meses de noviembre y diciembre de 2025 y enero
del 2026, hagan un examen profundo de conciencia que transcienda el ego
personal y midan, con responsabilidad su verdadera viabilidad electoral. Ese
ejercicio debería conducirlos a que, tres de los cuatro aspirantes consideren
retirarse, no como derrotados, sino como un acto de responsabilidad histórica.
El Centro Democrático enfrenta hoy su hora de la verdad.
La unidad, la madurez y la capacidad para tomar decisiones difíciles y
categóricas serán determinantes para definir si el partido llega fortalecido de
cara la 2026, o desaprovecha la ocasión de ofrecerle a Colombia una alternativa
sería que interprete a millones de seguidores Uribistas, o nos dejan plantados,
sin opción de triunfo.



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