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martes, 25 de noviembre de 2025

“LOS SEÑALAMIENTOS DE ‘JOAQUÍN GÓMEZ’ SON UN ATAQUE POLÍTICO Y MEDIÁTICO”: CARLOS RAMIRO CHÁVARRO.

Ante las acusaciones de haber tenido vínculos con el paramilitarismo,  Chávarro  calificó los señalamientos de “perversos, injuriosos, calumniosos y faltos a la verdad”.



Redacción Judicial

 

Un cruce de acusaciones y defensas clave se vivió en la audiencia de la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP), en la que Milton de Jesús Toncel, alias ‘Joaquín Gómez’, exintegrante del secretariado de las extintas FARC-EP, señaló al excongresista y exdiputado huilense Carlos Ramiro Chávarro Cuéllar de tener vínculos con el paramilitarismo. Chávarro respondió con firmeza: calificó los señalamientos de “perversos, injuriosos, calumniosos y faltos a la verdad”. El debate se dio en medio de las diligencias de “Observaciones de las víctimas del Bloque Sur de las FARC”.

 

Según Joaquín Gómez, dentro de la guerrilla circuló un informe sobre Chávarro, enviado por alias “El Paisa”, en el que se le vinculaba con grupos paramilitares. En su testimonio, citado el 2 de mayo de 2025 ante la JEP, afirmó:

 

“A mí ‘El Paisa’ me hizo llegar un informe donde hablaba del señor este (Carlos Ramiro) y las implicaciones que se le hacían por su vinculación con el paramilitarismo … Porque cuando se habla del paramilitarismo y siendo él huilense, era para atacar o eliminar a todos aquellos que fueran simpatizantes con nosotros”.

 

Joaquín Gómez  añadió que Chávarro había sido declarado enemigo de las FARC precisamente por sus gestiones para pedir bases militares y policiales en el Huila, lo que lo convertía en blanco de hostigamiento por parte de la guerrilla.

 

Chávarro responde

 

Chávarro Cuéllar rechazó con énfasis las acusaciones. Dijo no permitir “que me pongan del lado de quienes combatí”. En su intervención ante la JEP, afirmó:

 

“No solamente combatí a la guerrilla, sino a todas las organizaciones al margen de la ley, llámense paramilitares, llámense guerrilleros, llámense narcotraficantes, la denominación y el nombre que se les quiera poner”.

 

Negó haber tenido nexos con paramilitares y calificó los señalamientos de injustos. Recordó las amenazas recibidas durante más de dos décadas, el desplazamiento forzado de su familia —incluyendo a su madre, su esposa, su hija y demás allegados— y la imposibilidad de arraigarse en su territorio.

 

Chávarro también detalló que, durante su periodo como senador (2010–2014) y posteriormente como diputado del Huila, impulsó iniciativas para fortalecer la seguridad en la región: pidió instalar una base militar en Algeciras, promover un batallón helicoportado en la Novena Brigada en Neiva, y apoyar la creación de fuerzas de seguridad en zonas vulnerables como el sector entre Garzón y Altamira. Estas gestiones, dijo, lo convirtieron en objetivo de la guerrilla.

 

El excongresista estimó que esas iniciativas —y no ningún vínculo real con grupos paramilitares— explican por qué fue declarado “enemigo de las FARC” y por qué, según Toncel, habría una intención de “ajusticiarlo”.

 

Ataques y atentados atribuidos a la FARC

 

Durante la diligencia, también se expuso cómo la guerrilla planificó atentados contra Chávarro. El excombatiente Ángel Alberto García Sánchez (alias ‘Hernán Benítez’), excomandante del frente 17 “Angelino Godoy”, relató que la orden de atentar contra Chávarro vino de alias ‘El Paisa’. El operativo habría sido confiado al también guerrillero alias ‘James Patamala’, con apoyo de milicias. Según García Sánchez, semanas antes se hizo seguimiento tanto a Chávarro como a movimientos del Ejército en la vía Gigante–Neiva, con el fin de interceptarlo. El 3 de diciembre de 2005 —cuando circulaba por esa ruta — se disparó contra una camioneta gris policromada, vehículo que se suponía era el de Chávarro. Pero por el retraso en su paso, el ataque impactó por error el vehículo en que viajaba el entonces exgobernador del Huila, Jaime Lozada Perdomo, quien murió.

 

Milton de Jesús Toncel, alias ‘Joaquín Gómez’, fue comandante durante más de dos décadas del Bloque Sur de las FARC. Según documentos de la JEP, ingresó a la guerrilla en 1984, después de haber trabajado como profesor universitario en Caquetá.

 

En audiencias previas, Toncel reconoció ante la JEP casos de reclutamiento de menores de edad por parte de la guerrilla, admitiendo que “ese fenómeno sí ocurrió”.

 

Además, la JEP ha determinado que varios delitos cometidos por altos mandos de las FARC —incluyendo los de Toncel— son crímenes de lesa humanidad e infracciones al Derecho Internacional Humanitario, por lo que no podrán recibir amnistía.

 

En este marco, la audiencia del 2025 no solo buscaba reconstruir hechos como masacres, homicidios, desapariciones y desplazamientos en Huila y Caquetá, sino también esclarecer posibles alianzas o relaciones entre guerrilla y paramilitarismo.

 

El choque entre Joaquín Gómez y Chávarro revela la complejidad del conflicto armado colombiano: viejos enemigos de guerra enfrentados nuevamente, esta vez ante un tribunal de paz, en medio de versiones contrapuestas. El señalamiento de vínculos con paramilitares no es menor: si se comprobara, podría poner en entredicho la versión de Chávarro como víctima y dirigente comprometido con la legalidad. Pero hasta ahora, en los documentos públicos de la JEP, no hay constancia formal de que Chávarro haya tenido nexos con grupos al margen de la ley. De hecho, un auto fechado 2023 señala que “nunca ha pertenecido o ha tenido nexos con grupos paramilitares o cualquier grupo al margen de la ley … Su vida personal y su carrera política siempre se han enmarcado en la legalidad”.

 

Para Chávarro, los señalamientos del comandante guerrillero no son más que un “ataque político y personal”, resultado que —según él mismo— fue considerado enemigo por su labor en favor del fortalecimiento de la seguridad en el Huila.

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