Hablar de Emiro Bravo Muñoz es evocar a un rebelde con causa, guerrero de las mil batallas, un luchador contra la injusticia, el abuso social. No le temblaba la pluma, el pulso, menos la voz, para denunciar a los corruptos, a quienes con sus ejecutorias se constituían en los opresores del pueblo, y peor aún aquellos que de manera descarada se apropiaban de los recursos de las instituciones del Estado.
Lo distinguí en el año 2009 denunciando el robo continuado que se venía registrando en la Empresa de Servicios Públicos de Pitalito EMPITALITO, para vergüenza, desde hacía varias administraciones. Producto de esa queja, varios gerentes fueron condenados fiscalmente por la Contraloría General de la Nación.
Emiro Bravo, un intelectual con memoria prodigiosa y retentiva, excepcional, de carácter fuerte, frentero, contestatario, divertido.
Nunca pasaba inadvertido, era el alma de las reuniones familiares y entre amigos, a su lado las horas se constituían en amenas tertulias de la lucha social, sindical, anécdotas de su paso tras integrar las filas del M19, también cuentos aprendidos por tradición oral en su niñez, y no podía faltar el conocimiento de la historia universal, la vida del libertador Simón Bolívar, el conflicto armado social y político de nuestra amada patria.
Por su recia personalidad y formación, dio mucho que decir como directivo sindical desde el magisterio laboyano y en el Huila, en su paso por el Concejo de Pitalito aliándose por aquellos días, con el periodista Nelson Carvajal Carvajal fue referente en la lucha contra los corruptos de cuello blanco.
Abogado litigante, gestor de paz, inspector de Policía en el municipio de Isnos, columnista, comentarista y consultor para varios medios de comunicación, entre ellos la que fuera su casa Huila Hoy. En los últimos 10 años se constituyó en socio fundador y directivo, de la Fundación para la Promoción y Defensa de los Derechos Humanos, que como homenaje póstumo llevará su nombre.
Estamos seguros de que puede descansar en paz, su paso por este plano terrenal no fue en vano. Hoy, cuando sus familiares, y amigos, lo acompañamos en la velación que se efectúa en la sala principal de Funerales Capillas de la Paz, encontramos el féretro con sus despojos mortales cumpliendo su última voluntad, está adornado, cobijado, abrazado por las banderas de Colombia, y la del M19.
En la base una corona con flores margaritas blancas, (símbolo de la lealtad) y sobre ellas su fotografía donde, con rostro irónico, pero alegre, "El Viejo" le sonríe a la muerte...
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