El hurto de motocicletas se ha constituido en Pitalito y en otros municipios del departamento del Huila en el pan de cada día, todo por cuenta de bandas delincuenciales bien organizadas que ven en dicho actuar delictivo un jugoso negocio para ganar plata fácil, bien sea pidiendo recompensa, rescate o vendiendo partes para repuestos.
A diario se escucha o se ve el reporte de personas que son objeto, no de uno, ni de dos, son cuatro, y hasta seis y ocho los delincuentes que deambulan por las calles asechando a la posible víctima o la motocicleta descuidada, encontrado el objetivo. Le caen como una jauría con armas de fuego y bajo amenazas, golpes y si está de buenas, no le disparan para hurtarle la motocicleta, hay casos donde hacen caer a la víctima de su vehículo.
Otra forma de operar es buscar las motos que están dando papaya, abandonadas, solas, a la merced del mejor postor, y hasta con las llaves puestas. Sigilosamente, los cacos la ubican, uno de los delincuentes se baja, el otro campenea, prendida o arrastrada, pero el objetivo es llevársela a como de lugar.
Ante dicho panorama, la Policía Huila, además de los planes de control y operativos, adelanta una campaña de sensibilización, generando conciencia entre propietarios y conductores, para no dar oportunidad a los delincuentes. También se efectúan jornadas para marcar el chasis de las motocicletas para dificultar la acción de las bandas delincuenciales.
Lo cierto es que da rabia e impotencia ser víctima, escuchar que un amigo o un vecino ha sido objeto de hurto y es entonces donde se está haciendo un llamado a la comunidad para rodear a nuestras autoridades en su lucha contra el hampa y a la vez dejar la indiferencia, convertirnos en actores pasivos o informadores de las redes sociales y más bien unirse a través de los frentes de seguridad y contribuir con la seguridad que en buena parte depende de todos.
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