"LA MILITARIZACIÓN DE PITALITO"

Por Wilder Vanegas

El alcalde de Pitalito, Yider Luna Joven, manifestó en varias ocasiones durante la campaña el año 2023 que era fundamental actuar con contundencia contra la delincuencia a través de estrategias de seguridad, como con más presencia policial y militarizando puntos importantes de la ciudad. De acuerdo al actual mandatario laboyano, el Ejército Nacional podía cumplir esa función ya que en otras ciudades también se había hecho.

Este 2024 y a pesar de la percepción de la ciudadanía, el alcalde Luna Joven ha enfatizado que Pitalito sí está siendo militarizada, pues funcionarios del Ejército han estado adelantando operativos de control persuasivos en algunas zonas, aunque no ha sido permanentemente, con operativos de confrontación directa ni con presencia constante en los sectores más complejos del sector urbano. Precisamente, esa era la exigencia de buena parte de la población laboyana: patrullaje, control, retenes y operativos militares en los barrios más vulnerables. Sin embargo, eso no es competencia de la fuerza militar.

Consultamos a un abogado, especialista en Derecho Constitucional y quien prefiere reservar su nombre, y le manifestó a este medio que legal y constitucionalmente las acciones que puede adelantar la Policía no son las atribuciones ni la naturaleza del Ejército Nacional. Su enfoque es como fuerza militar y se encarga de los asuntos de guerra, está formada para el combate directo con actores armados. El Derecho Internacional Humanitario (DIH) define a los actores armados por tener unidad de mando y capacidad militar, diferente a cómo funciona cualquier banda de delincuencia común o de microtráfico. Además, el Ejército tiene un componente fundamental en el marco del DIH, un conjunto de normas que tratan de limitar los efectos de los conflictos armados.

De hecho, y de acuerdo al Manual de Competencias y Funciones del Ejército Nacional, plasmado por el mismo Ministerio de Defensa Nacional en el año 2022, la función general de esa institución es la defensa de la soberanía, la independencia, la integridad del territorio nacional y del orden constitucional. De hecho, su misión hace énfasis en conducir operaciones militares destinadas a ese propósito, y su visión proyecta al Ejército en el año 2030 a que continúe siendo “la Fuerza de acción decisiva de la nación, con capacidad de conducir operaciones militares autónomas, conjuntas, coordinadas y combinadas”.

Por otra parte, la Policía Nacional sí tiene esa finalidad cívica de salvaguardar la vida y la integridad de la población, y su esencia se aplica principalmente en el sector urbano.

“La Policía Nacional es un cuerpo armado, instituido para prestar un servicio público de carácter permanente, de naturaleza civil y a cargo de la Nación”, según la Ley 62 de 1993. “Su fin primordial es el mantenimiento de las condiciones necesarias para el ejercicio de los derechos y libertades públicas para asegurar la paz ciudadana”. En ese sentido, su naturaleza sí va dirigida a otras formas de violencia o de la convivencia ciudadana que hace que problemáticas, como la inseguridad en la zona urbana, sean de su competencia.

Así entonces, en el casco urbano de Pitalito los laboyanos solamente podrán ver patrullajes esporádicos e intervenciones articuladas y persuasivas con la Policía en algunos sectores, acciones que sí están enmarcadas en sus funciones pero que no representan las generalidades que se le atribuyen normativamente al Ejército. Por tal motivo, la militarización que propuso Yider Luna en campaña se preveía no iba a ser la que esperaban la mayoría de los habitantes del municipio.