La historia se remonta a 2015, cuando Apple y Ericsson firmaron un contrato de licencia sobre una patente. Esto, porque la compañía sueca tiene una patente esencial necesaria para que los dispositivos de la manzana operen en la red de telecomunicaciones.
“Que una patente sea esencial quiere decir que es de vital uso para implementar una tecnología o estándar, en este caso el estándar 5G. Cuando uno tiene una patente que va a hacer parte de un estándar de una industria hay unos acuerdos que permiten que las empresas como Apple puedan licenciar su uso, pagando regalías a su titular”, explicó David Hurtado, socio y CEO de LicenciArte. Es importante anotar que quienes patentes de ese tipo deben ofrecer licencias en condiciones justas, razonables y no discriminatorias (Frand, por sus siglas en inglés).
El acuerdo inicial expiró a finales del año pasado, y tras no lograr un acuerdo para renovarlo empezaron varios rounds judiciales simultáneos. En octubre, Ericsson demandó a Apple en Texas argumentando que sí había ofrecido condiciones razonables pero el fabricante de teléfonos quería sacar ventaja con un acuerdo de licenciamiento más favorable. En diciembre, la empresa dirigida por Tim Cook presentó otra acción judicial, con la tesis de que su contraparte se había negado a negociar unos términos justos.
“Dado
que el acuerdo anterior expiró y no hemos podido llegar a un acuerdo sobre los
términos y el alcance de una nueva licencia, Apple ahora está
utilizando nuestra tecnología sin licencia”, dijo un portavoz de Ericsson a
Reuters en enero.
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