Por
Julio Bahamon Vanegas
El
martes anterior se conoció una carta, ¿suscrita? Por 200 jóvenes uribistas,
encabezados por Santiago Serna Ospina, en la que exigen la renuncia del doctor
Miguel Uribe Londoño como precandidato presidencial del partido Centro
Democrático. Se trata de un hecho desafortunado, sectario que revela el grado
de fractura que atraviesa el partido en el momento en que la unidad debería ser
el mayor propósito.
Esa
carta no tiene respaldo orgánico dentro del partido, y menos autoridad para
descalificar a un importante dirigente que ha actuado con disciplina, respeto y
compromiso dentro del proceso interno acordado. Pero más preocupante aún
resulta que quien lidera la carta de marras sea públicamente identificado como
cabeza visible del grupo de jóvenes adeptos a la precandidata María Fernanda
Cabal, lo que deja al descubierto un sesgo faccioso y un interés político
evidente.
Pero
lo que desato el vendaval interno no fue propiamente la juventud inconforme,
sino la versión que círculo dentro del partido, según la cual la campaña del Dr.
Miguel Uribe Londoño habría intentado sobornar a la firma encestadora
AtlasIntel, encargada de realizar la medición que definiría el candidato
presidencial del Centro Democrático. Ante el escándalo, AtlasIntel se pronunció
de manera categórica: negó rotundamente haber recibido o siquiera haber sido
objeto de intento de algún soborno por parte de la campaña del Dr. Miguel Uribe
Londoño o de sus asesores. La CEO de la empresa reitero que “AtlasIntel no ha
tenido vínculo contractual ni contacto alguno con la campaña de Miguel Uribe
Londoño ni con sus asesores”., y que cualquier afirmación contraria carece de
fundamento.
Está
contundente aclaracióndejóo en evidencia que la acusación del supuesto soborno
fue una construcción política sin sustento, utilizada por algunos para
desacreditar al candidato más visible del Uribismo. Lo grave es que tres de los
aspirantes aprovecharon ese rumor para irse lanza en ristre contra Uribe
Londoño, (les recuerdo: no es la primera vez) erosionando la armonía, y la
confianza que debería regir el proceso interno. De paso, se llevaron por
delante al director del partido Dr. Gabriel Jaime Vallejo, quien siempre ha sido
prudente y propositivo, y lo enredaron conminándolo para que le solicitara
explicaciones formales al precandidato Uribe Londoño, inquietudes que,
afortunadamente, quedaron resueltas por la declaración de la CEO de la compañía
encuestadora.
Frente
a quienes hoy piden renuncias, persiguen y exigen sanciones sin fundamento, o les
quiero recordar la enseñanza de Jesús, ante un grupo de fariseos y fariseas que
estaban dispuestos a lapidar a una mujer acusada de adulterio. “Quien esté
libre de pecado, que tire la primera piedra”.



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