¿Fantasía Fiscal y engaño
político? Hace varios años que conozco
al Diputado Dr. Sergio Andrés Trujillo, actual presidente de la Asamblea del
Departamento, y reconozco en él, a un joven serio, honesto, amable, y promisorio
como líder en su partido Liberal. Sin embargo, leí su columna de opinión del
viernes anterior que publica en el Diario del Huila, y en ella, con mucho
frenesí, celebra la aprobación del presupuesto general para el departamento del
Huila para la vigencia fiscal del 2026. Habla en su artículo que el principal
logro fue la destinación de más de $ 1,1 billones de pesos exclusivamente para
inversión pública.
Verdaderamente, quede
desconcertado, pues hace escasos días, conocíamos un informe de los organismos
de control del Huila en el que afirmaban que el proyecto de presupuesto que por
valor de $ 1,3 billones de pesos, había presentado el gobernador Rodrigo
Villalba era deficitario en más de $ 600.000 millones de pesos. El presidente
Trujillo en su euforia lo presento como un verdadero logro, como un signo de
“mayor capacidad fiscal” y como la llave de un Huila prospero y vigoroso. Pero
la realidad es mucho menos alentadora: estamos frente a un presupuesto inflado,
deficitario y peligrosamente irresponsable.
El hueco de $ 600 mil millones
que se denunció, equivale al 43% del proyecto de presupuesto presentado. Ese
faltante representaba ingresos que no existen, recursos que dependían de
supuestos apoyos del ilegítimo gobierno nacional, que no están firmados, no
están asegurados y ni siquiera están anunciados formalmente. En buen romance,
eran ingresos imaginarios. Y, sin embargo, la Asamblea decidió aprobar un
presupuesto sin soportes técnicos, legales, ni convenios firmados, ni
certificaciones del Ministerio de Hacienda, ni Conpes, ni CDP, nada de eso se
tuvo en cuenta.
La Asamblea mayoritariamente
lo aprobó; espero que no haya sido aprobado por “aclamación”. Aprobó una cifra
política, no fiscal; una cantidad para el aplauso, no para ejecución; aprobó
algo irreal, inconsistente y estructuralmente deficitario.
No se dijo ni una sola palabra
sobre el hueco de $600 mil millones de pesos, nadie advirtió los riesgos, ni se
ocuparon de la sostenibilidad fiscal. La Asamblea se convirtió más en una
Notaria bajo la dirección del gobernador y dejo de ser, en el momento, un
órgano de control político.
A esta inverosímil celebración
me asalta una pregunta: ¿Dónde estuvo la oposición? Qué criterios tuvo el
diputado Rodrigo Armando Lara Sánchez, para aprobarlo, o para negarlo. Sería
importante conocer su postura como jefe de la oposición: si denunció el déficit, o si guardo silencio.
Lo cierto es que el presupuesto aprobado huele a electoralismo puro.
El Huila merece la verdad,
merece saber en qué se están comprometiendo sus impuestos, merece transparencia,
no politiquería. El Huila no va a ser más Grande, señores diputados, lo que, si
vamos a tener, es un hueco fiscal gigantesco.



No hay comentarios:
Publicar un comentario