Denuncias, videos y contacto para publicidad al WhatsApp 3195293166

miércoles, 19 de noviembre de 2025

PARAPETO. LA DIVISIÓN CREADORA.

Debemos cerrar filas alrededor del candidato de derecha que supera a los demás, en este caso, en particular, apoyar al Dr. Abelardo de La Espriella, Uribista confeso, y en esa decisión no nos equivocaremos, aceptando que Cepeda es un peligro real.


Por Julio Bahamon Vanegas


Que nos puede llevar a definir la elección del presidente de Colombia. Según las últimas mediciones del Centro Nacional de Consultoría, muestran un panorama que, más que sorprender, obligan a la reflexión estratégica.


El liderazgo del candidato de la izquierda Iván Cepeda, en esta pesquisa, en la intención del voto, seguido de cerca por la vertiginosa irrupción de Abelardo De la Espriella con su eslogan “Firmes por la Patria”, configura un escenario donde la política colombiana se juega algo mucho más importante que una competencia individual: La supervivencia de un proyecto democrático capaz de equilibrar el debate nacional. Los demás candidatos, aunque respetables, aparecen con porcentajes que no les permiten ubicarse entre los primeros lugares. Entre los candidatos asociados a nuestro partido Centro Democrático, Miguel Uribe Londoño encabeza, pero a una distancia considerable de los dos que van adelante: Cepeda y De la Espriella.


Ante esta realidad, que nos preocupa, surge una pregunta inevitable: ¿Qué sentido tiene insistir en aspiraciones, en sostener unas candidaturas sin opción real, cuando la fragmentación, o lo que llamo, la división creadora, puede definir una victoria para la derecha? Lo contrario, es decir, cuando los candidatos de un mismo sector, o partido, mantienen sus campañas a pesar de no alcanzar umbrales significativos, el resultado es siempre el mismo, la dispersión de la militancia, el debilitamiento y la entrega de la opción de poder al adversario mejor posicionado. Esa figura la conocemos en la política, como la del elector que, con miedo, se acerca al árbol que mejor sombra da.


Por esa razón y muchas otras más, desde hace meses vengo proponiendo que quienes no superen el 10% de opinión se retiren y así veremos los efectos inmediatos positivos. Ese acto de responsabilidad permitirá concentrar el voto en el candidato competitivo, además de las estructuras de sus campañas, liderazgos en las regiones y un mensaje claro de responsabilidad democrática que el país les entenderá. La otra ruta, la de la terquedad disfrazada de convicción, implica riesgos que ya conocemos bien. En este momento, la opinión pública también cuenta y observa a los líderes históricos que durante años han ordenado los debates y han trazado el rumbo. El momento es crítico y exige grandeza y escuchar voces capaces de orientar y de interpretar cifras para evitar que los egos individuales superen las prioridades nacionales. Un error de cálculo nos puede costar una, o más generaciones. Las divisiones internas debilitan al partido y fortalecen a quienes llegan al poder por el efecto de la fragmentación.


Debemos cerrar filas alrededor del candidato de derecha que supera a los demás, en este caso, en particular, apoyar al Dr. Abelardo de La Espriella, Uribista confeso, y en esa decisión no nos equivocaremos, aceptando que Cepeda es un peligro real. El desorden al interior de los precandidatos de mi partido es altamente preocupante.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Adbox