En el Centro Democrático, podríamos decir con preocupación, parodiando la frase popular de que “el pueblo es superior a sus dirigentes”, lo contrario, que “los egos están por encima de sus dirigentes”.
Por Julio Bahamon Vanegas
Por
las permanentes controversias, entre ellos, que no han conducido a nada bueno,
el partido atraviesa por una etapa difícil, no por falta de jefatura, ni de
dirección, ni de respaldo ciudadano, sino por la desbordada vanidad de quienes
aspiran a representarlo. Esperábamos que, entre los cinco, se pudiera fortalecer
los principios que dieron origen a este proyecto político, pero algunos
precandidatos parecen más interesados en distanciarse de su legado que en
defenderlo.
Lamentablemente,
no es la primera vez que un grupo de tres precandidatos la emprenden contra la
familia Uribe Turbay. En vida del senador Uribe, los mismos la tenían cazada
con él. La razón era que el joven dirigente los sobrepasaba en opinión,
liderazgo y en cariño de la gente. Así lo pudimos notar durante su última
visita a Neiva. Hoy, con idéntico cálculo político, se han empeñado en hacer lo
mismo con su padre, mostrando que las diferencias internas no provienen de las
ideas, sino del ego.
Una
persona que debe ser respetada, en esta rebujina, es al director del partido Dr.
Gabriel Jaime Vallejo, quien ha demostrado ser un dirigente acucioso,
respetuoso y de gran responsabilidad en la tarea que el presidente y jefe de la
colectividad, doctor Álvaro Uribe Vélez, le encomendó. Para nada deben
inmiscuirlo en las lamentables diferencias que afloraron al interior por sus
vanidades. Resuélvanlos entre ellos, o en su defecto, que las resuelva el jefe
único.
Los
precandidatos deben tener en cuenta que el partido Centro Democrático no nació
para servir de plataforma a ambiciones individuales, sino para representar un
proyecto de nación que Álvaro Uribe encarno con sacrificio y coherencia. Sino
respetan, al que los condujo al escenario público, el riesgo es evidente.
Muchos todavía creemos en los valores que inspiraron al Centro Democrático, y
por consiguiente esperamos menos peleas y más compromiso. Pues como se decía en
tiempos de la vieja violencia partidista: “en pelea de godos, el muerto es
liberal”
Veo
que no soy el único que hace esta clase de observaciones: El Dr. Obdulio
Gaviria, desde Antioquia, viene haciendo similares llamados de unidad del
partido. En sus declaraciones respalda la idea de que al partido le preocupa
más la estrategia, la cohesión y la metodología de selección, que el
protagonismo individual de los precandidatos.



No hay comentarios:
Publicar un comentario