El
Congreso de los Estados Unidos otorgó un reconocimiento al expresidente
colombiano Álvaro Uribe Vélez por su “compromiso con la libertad y la lucha
contra el terrorismo”, durante una ceremonia que reunió a legisladores y
líderes comunitarios del sur de Florida.
El
acto fue liderado por el congresista Carlos Giménez, representante republicano
por el estado de Florida, quien destacó el “trabajo inquebrantable por los
valores democráticos” del exmandatario colombiano. Giménez exaltó el papel que
jugó Uribe durante sus dos periodos presidenciales (2002–2010) en el fortalecimiento
de la seguridad nacional y en la consolidación de la alianza estratégica entre
Colombia y Estados Unidos.
“El
presidente Uribe es un símbolo de valor y liderazgo. Su firmeza frente al
terrorismo y su defensa de la libertad lo convierten en un referente para toda
América Latina”, expresó el congresista Giménez, quien comparó al expresidente
con figuras históricas como Abraham Lincoln, Ronald Reagan y Winston Churchill
por su determinación ante los desafíos de su país.
El
homenaje fue entregado en nombre de un grupo de legisladores estadounidenses
que resaltaron los logros del exmandatario en materia de seguridad democrática,
política que permitió reducir de manera significativa los índices de secuestro
y violencia durante sus años de gobierno. El evento contó además con la
presencia de líderes de la comunidad colombiana radicada en Estados Unidos,
quienes destacaron el acercamiento bilateral logrado en aquella época,
especialmente en cooperación militar, lucha contra el narcotráfico y comercio
internacional.
Durante
el reconocimiento, se recordó que la administración de Uribe Vélez fue clave
para fortalecer la relación entre ambos países, consolidando acuerdos de
cooperación como el Plan Colombia, considerado uno de los programas de
asistencia más importantes de Estados Unidos hacia una nación latinoamericana.
El
exmandatario agradeció el gesto a través de sus redes sociales, expresando que
el reconocimiento “pertenece a todos los colombianos que defendieron la
democracia y enfrentaron el terrorismo con dignidad”.
No
obstante, el homenaje también ha suscitado reacciones encontradas en Colombia.
Algunos sectores políticos y sociales cuestionaron el reconocimiento,
recordando que Uribe enfrenta procesos judiciales por presunta manipulación de
testigos y fraude procesal. Pese a ello, sus seguidores consideraron el acto
como un respaldo internacional a su legado político y a su contribución en la
consolidación del Estado colombiano.
Este
tributo reafirma los lazos históricos entre Colombia y Estados Unidos, socios
estratégicos en temas de seguridad y defensa. Al mismo tiempo, reaviva el
debate sobre la figura del expresidente Uribe, una de las más influyentes —y
controvertidas— de la política contemporánea del país.

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