Nota del autor de esta
columna de opinión: No cejare un instante en defender el buen nombre de Álvaro
Uribe Vélez, porque es evidente que el señor expresidente Uribe, es víctima de
una venganza urdida por sectores cercanos al narcoterrorismo, con apoyo
institucional del actual gobierno. Julio Bahamon.
En una fotografía que trataré
de incluirla en esta columna, ampliamente difundida en redes sociales, aparecen
Iván Cepeda, Jesús Santrich e Iván Márquez, estos dos últimos, hoy comandantes
de la banda criminal Nueva Marquetalia, y antiguos lideres de la narcoguerrilla
de las Farc, posando juntos como viejos camaradas, es prueba de una estrategia
política que logro permear instituciones, manipular la justicia, recordemos a
Barceló y compañía, quien desde la Corte Suprema de Justicia torció la denuncia
que había presentado el Dr. Uribe contra Cepeda, para entregar al ilustre
expresidente en las manos de una investigación atrapada por el narcoterrorismo.
Iván Cepeda, senador e hijo de Manual Cepeda Vargas, dirigente del partido comunista y brazo político de las Farc en la década de los 80 y 90, ha sido pieza clave en el entramado judicial que ha llevado al expresidente Álvaro Uribe a enfrentar una acusación penal sin precedentes. Bajo el amparo de la Toga, con el apoyo de José Luis Barceló y la complicidad de un aparato de justicia altamente politizado, Cepeda logro invertir los roles: El acusado Cepeda se volvió acusador, y el objetivo fue siempre el mismo, destruir al adversario político de las Farc.
Desde el año 2000,
Álvaro Uribe fue blanco de 9 atentados criminales por parte de las Farc. No
lograron eliminarlo físicamente, lo enfrentaron con armas y perdieron siempre.
Lo desafiaron políticamente y también fueron derrotados. Solo les quedaba el
camino de la venganza por la vía judicial, una vez consiguieron infiltrar el
Estado.
Con una fiscal arrodillada
ante el palacio de Nariño y una judicatura parcializada, el proceso contra
Uribe se convirtió en una fiesta macabra de quienes nunca pudieron doblegarlo.
Los mismos que tiene fotos con
cabecillas de las Farc son llamados “defensores de los derechos humanos”, y los
que lucharon contra el crimen, con firmeza dentro del Estado de derecho, hoy
son tratados como criminales.
Frente a este despropósito vale recordar la célebre frase de Don Juan Tenorio, en la obra de Zorrilla: “Los muertos que hoy vos matáis, gozaran mañana de cabal salud”. La verdad tarde o temprano se abre camino.
No hay comentarios:
Publicar un comentario