Un mensaje de WhatsApp y la acción del Gaula de la Novena Brigada le permitieron al auxiliar de policía Gustavo Alberto Esquivel Rojas sobrevivir al atentado donde murieron 7uniformados entre compañeros y superiores, durante ocho horas el uniformado luchó por conservar su vida.
Pero una comunicación vía
WhatsApp revivió las esperanzas. Un sobreviviente, el auxiliar Gustavo Alberto
Esquivel Rojas habría escapado a la muerte.
El ataque que ha sido
repudiado por todo el país, cobró la vida de dos Intendentes, un Subintendente,
un Patrullero y tres Auxiliares, cuando se desplazaban en una camioneta oficial
de la Policía, desde allí salvaguardaban la seguridad y la tranquilidad de los
pobladores. Pero ese día mediante el empleo de artefactos explosivos y ráfagas,
sus sueños y voluntad inquebrantable de servicio, fueron apagados.
De inmediato a la zona fueron
desplegados grupos élites, entre esos un destacamento del Gaula Militar que se
desplegó por la zona, mientras desde el Comando de Policía en Palermo Huila se
articulaban esfuerzos. Un mensaje del auxiliar Esquivel Rojas a una de sus
compañeras, daba la buena noticia, en medio de esa tarde de horror, había un
sobreviviente que luchaba por mantenerse a salvo
Con la información suministrada,
el Gaula Militar de la Novena Brigada desplegó sus capacidades para lograr la
ubicación del uniformado que, a través de la débil comunicación, desde su
equipo celular, daba pistas de donde se encontraba.
Hacia las 10:30 de la noche la
búsqueda fue todo un éxito; el Auxiliar Gustavo Alberto Esquivel Rojas, fue
ubicado por los soldados quienes en un principio dudaron de su identidad al
hallarlo vistiendo prendas de civil, aunque débil hizo uso de las pocas fuerzas
que le quedaban para mostrar su identificación y contar un breve relato de cómo
logró escapar y sobrevivir al demencial ataque.
Al parecer, tras la explosión
y desorientado por el efecto de la onda explosiva, el joven auxiliar, junto a
uno de sus compañeros, se precipitaron por un caño; desafortunadamente el
Policía que habría logrado escapar, falleció producto de la gravedad de las
heridas, mientras los otros uniformados eran asesinados con ráfagas de fusil;
de ahí que Esquivel, en medio de la maraña, inició una maratónica lucha por
conservarse con vida.
El joven habría tocado puertas
en las fincas aledañas y aunque recibió varias negativas encontró un ángel que
le brindó todo el apoyo y ayuda.
Una vez los soldados del Gaula
Militar Huila lograron ubicarlo, Esquivel Rojas se sintió a salvo, pero
insistentemente preguntaba por el estado de sus compañeros. Ya en el casco
urbano de Palermo, lo esperaba una ambulancia de la Policía que lo trasladó a
la capital huilense, donde hoy sigue su proceso de recuperación en medio del
dolor que lo embarga.
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