En la semana epidemiológica número 29, la Secretaria de salud de la ciudad de Neiva reporta que entre casos confirmados y probables haya más de 1.000, situación que debería generar preocupación entre las mismas autoridades sanitarias, y la comunidad en general frente el control del zancudo Aedes Aegypti que es quien propaga la enfermedad.
Imagínese en este momento la ciudad fue declarada en brote tipo dos, significando que se encuentra por encima de los niveles normales de infestación del zancudo, y por ende del contagio de la enfermedad, todo por la falta de acciones serias que fomenten el control de los focos de incubación y propagación del vector del Dengue.
Dicen desde la Secretaria de Salud desde el 30 de enero de 2020 se activó la "alerta epidemiológica" y que están adelantando jornadas de recolección de inservibles en barrios de la
zona centrina como Encenillo, Limonar, sectores donde se han registrado la mayoría
de casos; y que han visitado colegios para que los estudiantes repliquen la
información preventiva y de eliminación de inservibles en sus casas. Eso no
sirve ni a servido de nada, se deben implementar de manera urgente jornadas de fumigación y recolección de focos barrio
por barrio, de lo contrario dichas acciones no sirven para otra cosa que
legalizarlos recursos, el presupuesto
municipal destinando para atender dicha problemática, y mientras tanto el
Dengue continuará imparable.
Ese
mismo llamado de atención es para todos los alcaldes en el resto del
departamento del Huila, hay que cortarle las alas al Aedes Aegypti, Neiva,
Aipe, Campoalegre, Gigante, Colombia, Hobo, Paicol, Palermo, San Agustín,
Tarqui, Tello y Rivera, son los 12 municipios del departamento que se
encuentran en brote de dengue. Pero no es con pañitos de agua tibia, ni campañas
mediocres, la demanda son acciones donde todo el mundo esté involucrado, lo que está en
juego es la salud y controlar una problemática que tiene en juego la salud
pública de los neivanos y los huilenses.
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