El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, ha declarado la guerra a Hamás, después de que el grupo armado palestino lanzara el 7 de octubre su mayor ataque contra Israel en décadas.
Miles de cohetes fueron disparados desde la Franja de Gaza contra el sur y el centro de Israel, en el marco de la "operación Al-Aqsa" de Hamás contra Tel Aviv.
Por su parte, Israel respondió con sendos ataques aéreos. Según el Ministerio de Sanidad de la Franja de Gaza, al menos 232 palestinos murieron y 1.697 han resultado heridos.
El servicio nacional de rescate del país hebreo señaló que hasta ahora 250 israelíes perdieron la vida y más de 1.100 han resultado heridos. Asimismo, se cree que decenas de civiles y soldados israelíes fueron secuestrados por la milicia islámica. Benjamín Netanyahu, prometió infligir "venganza sin precedentes", afirmando que reunirá todas las fuerzas militares de su país para destruir a Hamás.
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