Tras su huida, se desarrolló una operación coordinada entre tropas del Ejército Nacional y unidades de la Policía, que permitió su ubicación y rescate en un punto seguro del territorio caucano.
Los tres adolescentes lograron huir de las disidencias de las FARC, estructura "Carlos Patiño", en el departamento del Cauca, y se entregaron voluntariamente a las autoridades, denunciando tratos inhumanos y engaños por parte del grupo armado.
De acuerdo con el reporte oficial, los menores escaparon de un campamento ubicado en zona rural del municipio de Argelia, luego de soportar maltratos físicos, amenazas y condiciones de vida degradantes.
Las autoridades informaron que los tres jóvenes ya se encuentran bajo custodia del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF) y serán incluidos en programas de atención psicosocial, protección y reintegración, como parte de los protocolos establecidos para víctimas de reclutamiento ilícito.
Este caso se suma a otros reportes recientes sobre el uso de menores en estructuras armadas ilegales, lo que ha encendido nuevamente las alarmas de organizaciones humanitarias y del Gobierno Nacional, que insisten en la necesidad de reforzar las acciones preventivas en zonas de alta presencia de actores armados.
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