La Supersalud advirtió que el Plan de Choque contempla acciones específicas para reducir drásticamente los tiempos de respuesta a las PQR, mejorar su cierre efectivo y evitar que los retrasos persistan, afectando la vida y el bienestar de los usuarios.
En respuesta al aumento sostenido de peticiones, quejas y reclamos (PQR) por
demoras y barreras de acceso a medicamentos, la Superintendencia Nacional de
Salud anunció la puesta en marcha de un Plan de Choque Nacional que busca
proteger de manera inmediata el derecho fundamental a la salud y asegurar la
entrega efectiva de medicamentos y otras tecnologías prescritas a millones de
usuarios del sistema.
El plan, que tendrá una duración inicial de nueve meses, se implementará con un alcance progresivo en todo el país y será de cumplimiento obligatorio para EPS —intervenidas y no intervenidas—, IPS, gestores farmacéuticos, secretarías de salud territoriales y demás actores del sector. La Superintendencia ejercerá liderazgo técnico y la potestad sancionatoria necesaria para garantizar su ejecución.
Según la entidad, el objetivo
central del plan es eliminar de raíz las barreras administrativas, logísticas y
financieras que actualmente impiden la entrega oportuna de medicamentos.
Asimismo, busca asegurar la continuidad y calidad del acceso a las tecnologías
en salud ordenadas por profesionales, reforzando la inspección y vigilancia
sobre la destinación de los recursos públicos del sistema.
La Supersalud advirtió que el
Plan de Choque contempla acciones específicas para reducir drásticamente los
tiempos de respuesta a las PQR, mejorar su cierre efectivo y evitar que los
retrasos persistan, afectando la vida y el bienestar de los usuarios.
Acciones inmediatas en todo
el territorio nacional
Como parte del despliegue
inicial, la Superintendencia comenzó una serie de medidas de alto impacto:
Visitas integrales de
auditoría y verificación sorpresa a EPS, IPS y operadores farmacéuticos.
Requerimientos formales con
plazos estrictos y seguimiento diario a las instituciones involucradas.
Mesas técnicas obligatorias
para resolver controversias entre actores del sistema.
Revisión minuciosa del flujo
de recursos, identificación de glosas injustificadas, retrasos en pagos y
cualquier práctica que comprometa la liquidez para la compra y entrega de
medicamentos.
Activación urgente de mecanismos
de conciliación judicial para recuperar cartera y evitar que los conflictos
financieros terminen afectando directamente al paciente.
Vigilancia permanente
La Superintendencia realizará
un monitoreo en tiempo real de los indicadores de desempeño. Si se identifican
riesgos para el derecho a la salud o manejo irregular de recursos, se aplicarán
medidas cautelares, sanciones, órdenes administrativas e incluso la prórroga de
intervenciones cuando sea necesario.
Al finalizar los nueve meses,
el plan incluirá una evaluación integral de resultados, una verificación
independiente del impacto en los usuarios y el cierre definitivo de las PQR
priorizadas. Además, se establecerán responsabilidades individuales e
institucionales frente a los incumplimientos detectados.
“El derecho a la salud no
admite demoras”
Con esta estrategia, la
Supersalud reafirma su rol como garante del sistema y de la destinación
correcta de los recursos públicos. “El derecho a la salud no admite demoras.
Los recursos del sistema son sagrados y su uso será vigilado con rigor”,
enfatizó la entidad.
El Plan de Choque se convierte
así en una respuesta extraordinaria ante una crisis que ha afectado a miles de
pacientes, y en un llamado a todos los actores del sistema para que cumplan,
sin excepciones, su obligación de garantizar el acceso oportuno a los
medicamentos indispensables para preservar la vida y la dignidad de los
colombianos.


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