Lucila Inés Gutiérrez de Moreno permitía que sus estudiantes fueran abusadas en medio de eventos sociales del
colegio como bazares y concursos de belleza.
La mujer encerraba a sus estudiantes en la rectoría para que fueran abusadas sexualmente por miembros de las Autodefensas Unidas de Colombia.
Después de años de
investigación, la Fiscalía General de la Nación pudo corroborar que Lucila Inés
Gutiérrez de Moreno, exrectora de un colegio del municipio de Charalá, en
Santander, fue enviada a prisión después de que se le pudiera comprobar que
tuvo relación con grupos paramilitares, además de aprovecharse de su poder en
la institución educativa para permitir vejámenes contra la dignidad de las
estudiantes.
Y es que, según comentó el
ente investigador, a la mujer se le pudieron corroborar los delitos de
secuestro simple agravado, acceso carnal violento en persona protegida,
esclavitud sexual y desplazamiento forzado, por lo que fue condenada a 20 años
y nueve meses de prisión.
Según cuenta el material
probatorio obtenido y revelado por la Dirección Especializada contra la
Corrupción, entre 2001 y 2003 Gutiérrez de Moreno se vio involucrada en el
abuso sistemático de estudiantes bajo su custodia.
“La señora Gutiérrez de Moreno
permitió que ciertas estudiantes fueran abusadas sexualmente por líderes de
este grupo criminal,” indica el expediente judicial.
Asimismo, se comprobó que la directiva de la institución solía realizar bazares, concursos de belleza y encuentros supuestamente sociales del colegio para permitir que miembros de las Autodefensas Unidas de Colombia, específicamente del frente Comunero Cacique Guanentá, lograran ingresar al plantel y acceder carnalmente de las estudiantes.
De hecho, durante las
investigaciones el ente acusador pudo establecer que existen, al menos, dos
jóvenes víctimas de estos abusos, quienes fueron llevadas y encerradas
bajo engaños a la oficina de la rectora, para después ser agredidas por
miembros del grupo paramilitar, incluidos individuos conocidos como Víctor,
Carlos y Nariz, entre otros.
La Fiscalía también logró una
condena ejemplar para José William Parra Arroyabe, identificado como
colaborador y orientador político del frente Cacique Guanentá, quien fue
señalado de auspiciar el reclutamiento forzoso de menores de edad y entregarlos
al grupo armado. “Parra Arroyabe engañó a 23 adolescentes, uno de los cuales
fue abusado sexualmente en múltiples ocasiones,” según se comentó el ente
acusador recientemente.
Al comprobarse sus delitos, un
juez ordenó su remisión inmediata a un centro penitenciario donde deberá pagar
una condena de 24 años y dos meses por los delitos de entrenamiento para
actividades ilícitas, acceso carnal violento en persona protegida y reclutamiento
forzado.
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