En una operación estratégica en Íquira, el Ejército y la Policía lograron el sometimiento de cuatro integrantes del Bloque Central Isaías Pardo, entre ellos los alias 'Kevin' y 'Jordán', responsables del ala armada y extorsiva del grupo. Un menor de edad fue recuperado.
Las finanzas y la capacidad logística del Bloque Central Isaías Pardo, una de las estructuras disidentes de las FARC bajo el mando de alias 'Iván Mordisco', sufrieron un revés estratégico en el departamento del Huila. En una operación conjunta, tropas del Ejército Nacional y unidades de la Policía lograron el sometimiento a la justicia de cuatro de sus miembros, la recuperación de un menor de edad y la incautación de un significativo arsenal de guerra.
La operación, desarrollada en zona rural del municipio de Íquira, fue ejecutada por la Novena Brigada del Ejército a través de los batallones Tenerife y Cacique Pigoanza, en coordinación judicial con la Policía del Huila. Según fuentes oficiales, labores de inteligencia militar permitieron cercar a la Subestructura Hernando González Acosta, obligando a sus integrantes a entregarse.
Entre los sometidos se encuentran dos figuras clave: alias 'Kevin' o 'Stiven', identificado como el segundo cabecilla de comisión y responsable del mando y control armado, y alias 'Jordán', quien fungía como cabecilla de finanzas y principal dinamizador de la extorsión en la región.
La entrega de alias 'Jordán' representa un alivio directo para comerciantes, transportadores, campesinos y caficultores de los municipios de La Plata, La Argentina, Nátaga e Íquira, quienes eran sus principales víctimas. Las autoridades confirmaron que 'Jordán' era el encargado de ejecutar cobros extorsivos y presionar a la población civil para financiar el accionar delictivo del grupo.
Además, se le atribuye haber ordenado el cierre forzoso de establecimientos comerciales en el corregimiento de Belén y promover ataques contra locales que se negaban a pagar las "vacunas". Las investigaciones también revelan que instrumentalizaba a comunidades para organizar asonadas contra las tropas y realizaba inteligencia delictiva para planificar atentados contra la Fuerza Pública.
Un Arsenal Escondido
Tras su sometimiento, los desmovilizados entregaron una camioneta, un arma corta y un computador portátil cuya información fue clave. Los datos extraídos del dispositivo permitieron a las tropas ubicar un depósito ilegal que albergaba un arsenal de guerra compuesto por:
Cinco fusiles M4 calibre 5.56 mm.
Una pistola.
Munición de diversos calibres.
Proveedores.
Una mira óptica de alta precisión Mark 4.
Un artefacto explosivo improvisado tipo mina antipersona.
El hallazgo de la mina antipersona, según el Ejército, "evidencia el continuo uso de métodos que vulneran los derechos humanos y el derecho internacional humanitario por parte de estas estructuras".
Las autoridades informaron que dos de los adultos sometidos y el menor recuperado provenían de una escuela de formación delictiva ubicada en el municipio de Páez, Cauca, lo que demuestra los planes de expansión y fortalecimiento que tenía la organización en el suroccidente del país.
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